Lunes 31 de mayo de 2021
ACTUALIZADO : Martes 21 de diciembre de 2021 a las 12:59 H
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A pesar del aumento de gestiones telemáticas, la gran mayoría sigue prefiriendo las llamadas telefónicas por encima del medio online. Esta vía es más rápida y eficaz y, además, la pandemia nos impide acudir presencialmente a los centros correspondientes, por lo que el teléfono se está usando más que antes. Sin embargo, con la llegada de la tarifa plana, ya no nos preocupamos por el coste que puede suponernos y esto es un error: debemos poner mucha atención a los números que marcamos, ya que algunos de ellos no se incluyen en ese precio fijo y nos pueden cobran una tarifa especial.
Por esto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (@CNMC_ES) ha recopilado los números de tarificación especial para que no nos demos un susto si vemos que nuestra factura se ha disparado.
Los prefijos más conocidos son el 80 y el 90. Con respecto a ellos, la CNMC manda un mensaje tranquilizador: no debemos sufrir al marcar estos números porque son de cobro revertido automático, es decir, que el que paga es quien recibe la llamada. Suelen emplearlos bancos, aseguradoras y otro tipo de empresas o instituciones públicas para dar información y asistencia técnica.
Por otro lado, están las llamadas a líneas 901 y 902. Estos números suponen un alto coste para los usuarios y llevan años generando polémica. Como consecuencia, a finales del año pasado, las empresas que ofrecen servicios básicos tuvieron que cambiar su normativa.
¿Por qué surgieron las protestas? Cuando marcas un 901 pagas una parte de la llamada (normalmente lo mismo que te costaría una llamada local) y el propietario del número paga el resto. Es un número habitual en la Administración pública y su precio depende del operador, pero el coste se dispara si estás llamando desde un móvil.
Por ejemplo: con Movistar una llamada de 5 minutos a un 901 cuesta 0,28 euros desde un fijo y 1,88 euros desde un móvil.
Por otro lado, el 902 es aún peor: el usuario que marca el número paga el coste íntegro de la llamada, normalmente con una tarificación bastante elevada.
Es por esto que FACUA-Consumidores en Acción (@facua) se dirigió al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en diciembre de 2020, para instarle a que eliminase las líneas de alto coste con prefijo 901 que mantiene para la atención a los ciudadanos y las sustituyera por otras de prefijo geográfico o gratuitas. Varios números de la Seguridad Social empiezan por 901.
"Mientras la normativa prohíbe el uso de estos teléfonos a las empresas en sus servicios de atención al cliente, la Administración pública los utiliza como servicios de atención a los ciudadanos", señaló Facua en un comunicado.
Después de que esta asociación junto a otras llevaran años reclamando a numerosas administraciones que reemplazaran el 901 y 902 por otros gratuitos, muchas los han cambiado y, desde finales de diciembre del año pasado, las empresas que prestan servicios básicos deben facilitar además de esta numeración, otro teléfono gratuito de atención al cliente.
Este tipo de número son más caros, ya que están destinados para servicios que incluyen información de valor añadido.
Igualmente, CNMC alerta diciendo que "¡mucho cuidado!" con estos números, ya que si no nos queremos llevar un susto de verdad, nos tenemos que fijar en la cuarta cifra: si es superior a 6, el usuario tiene que haber autorizado previamente a la compañía de teléfono para que le permita acceder a estos servicios, debido a que el precio es superior a un euro por minuto.
Está asociado a servicios de guía telefónica y las tarifas de estos números no están reguladas, por lo que existen varios precios.
En la llamada te informan sobre el precio por minuto. Sin embargo, su elevado coste y la publicidad con la que a veces se promocionan nos deben poner en alerta. Además, permite ofrecer una "progresión de llamada", es decir, que en lugar de darte el número que has solicitado, se ofrecen a llamar por ti. ¿Cortesía? En absoluto: mientras ellos llaman, tu estás al otro lado de la línea esperando y te están cobrando como si siguieras hablando con el 118. Si se aprovechan de ello y alargan varios minutos, el resultado para el bolsillo del consumidor puede ser desastroso.
