Pilar Abellán Martínez
Consumo
Cocina de gas, vitrocerámica o inducción: ¿cuál consume más?
Con la subida de la electricidad y el gas, el consumo energético es muy importante
A la hora de renovar la cocina, es muy normal plantearse qué opción es mejor: gas, vitrocerámica o inducción. A la hora de decidir, es importante valorar muchos factores, como el consumo energético, la seguridad o la limpieza. ¿Cuál de las tres opciones es la más eficiente?
La cocina de inducción vs la 'vitro'
Lo más habitual a día de hoy es tener en casa una cocina de inducción o una vitrocerámica. Ambos sistemas utilizan la electricidad, pero no consumen lo mismo.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), una vitrocerámica consume entre 1200 y 2500 W/h de media. La placa de inducción consume entre un 20 y un 40% menos que la vitrocerámica. Concretamente se encuentra entre 1500 y 2000 W/h.
Según Repsol, esta diferencia puede llevar a un importante ahorro en la factura de la luz a fin de mes. También, la empresa explica que la inducción es más eficiente y más segura.
Aprovecha mejor el calor y con su utilización se reduce el riesgo de sufrir quemaduras cuando cocinas.
Aun así, es importante saber que como el consumo es menor, la cocina de inducción suele tener un precio mucho mayor.
En la vitrocerámica convencional se pueden utilizar todo tipo de recipientes. En la inducción se necesitan unas sartenes, ollas y cazos específicos que sean compatibles con este sistema.
Por otro lado, una ventaja común de ambas cocinas es que la placa es fácil de limpiar y de mantener, aunque con el paso del tiempo la superficie se acaba rayando y desgastando.
La cocina de gas: barata pero arriesgada
Sin duda, las cocinas de gas son la alternativa más barata, ya que el gas es mucho más económico que la electricidad. Con este sistema, la comida se calienta más rápido y es compatible con todo tipo de recipientes.
Sin embargo, estas cocinas se ensucian mucho más y son menos seguras que la inducción y la vitrocerámica.
Por lo tanto, la cocina de gas es la que menos consume pero los riesgos que presenta son mucho mayores que en el resto de opciones.
De las tres alternativas, la vitrocerámica es la que más consume y también la que necesita más tiempo para calentar.
La cocina de gas, por el contrario, sería la que menos consume y se calienta más rápido, aunque los riesgos son mayores.
Y finalmente en un punto intermedio estaría la de inducción. Teniendo un consumo energético inferior al de la vitrocerámica, se calienta rápido y tiene un sistema eficiente y seguro.