Ante este clima de incertidumbre los países miembro de la Unión Europea han tenido que limar sus diferencias para proponer un plan conjunto de ahorro del consumo de gas, pero que contemplan numerosas excepciones para algunos países considerados islas energéticas o para aquellos con grandes reservas de gas y capacidad de exportación. Éste es el caso de España, que ha logrado que Bruselas acepte una reducción del esfuerzo a la mitad.Aún así, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dejado patente que "debemos estar preparados" para una situación "extremadamente dura" como consecuencia de los "chantajes" del presidente ruso Vladimir Putin.
España tendrá que reducir el consumo de gas un 7%
Y es que pese a que el fantasma de un racionamiento obligatorio y superior al 10% se ha disipado en el caso de España, nuestro país tendrá que lograr reducir la demanda de gas entre un 7% y un 8% como parte del plan de Bruselas para asegurar el abastecimiento para el próximo invierno, según ha confirmado el ministerio de Transición Ecológica (@mitecogob), quien asegura que se encuentra en vías de actualizar su plan de contingencia respecto a los posibles cortes de suministro, coordinado con la administración general del Estado y las comunidades.
"Creo que debemos activar todos los resortes para que de manera voluntaria podamos lograr ese objetivo y estar preparados para, en el supuesto de que se produzca una interrupción" se hayan puesto en marcha las medidas adecuadas para facilitar esa reducción en el plazo de tiempo marcado, es decir, del 1 de agosto la 31 de marzo. La titular de Transición Ecológica ha indicado que España, igual que el resto de Estados miembro, deberá presentar a la Comisión Europea un plan de contingencia con medidas de ahorro y eficiencia en línea con lo que ya ha debatido con "los principales actores energéticos y los principales consumidores de energía", a través de las asociaciones de consumidores y usuarios.
Prepararse para un posible corte de gas
Pero tal como alertan los expertos consultados por 65ymás, las consecuencias de un posible corte de suministro por parte de Rusia, serán para todos, no solo para algunos como Alemania. "Si Rusia corta totalmente el gas a Europa, toda la Unión Europea se verá afectada, incluidos países como España, que no dependen tanto del gas ruso, aunque en los últimos meses algo más (hasta alcanzar el 24% de nuestras importaciones en junio) debido a la crisis con Argelia. Lo prudente ahora es manejar la situación de corte de gas para nuestro país como un escenario bastante probable", opina Pablo Sanz, profesor de Derecho Mercantil y miembro de la Cátedra sobre Pobreza Energética de la Universidad Pontificia de Comillas (@UCOMILLAS).
Los países más afectados por el hipotético corte del gas serían Alemania, Italia y Francia, donde llega un mayor flujo ruso. Pero cabe recordar que en el caso español, alrededor del 10% de las importaciones de gas natural a España proceden de Rusia, mientras que casi un 35% procede de Argelia. En este sentido, la ministra Ribera ha defendido que España es el "puerto de entrada más importante de gas natural licuado para el conjunto de la Unión Europea", que ha puesto a disposición del mercado comunitario las infraestructuras de almacenamiento y regasisficación.
Infraestructura gasística en España
Fuente: Sedigas
Buena capacidad de almacenamiento, pero infraestructuras limitadas
Según datos de Gas Infraestructure Europe, España es el país con más capacidad de almacenamiento de gas y regasificación de Europa, un tercio del total ( (con capacidad para 3,31 millones de metros cúbicos), aunque la escasez de interconexiones con el resto del continente limita mucho sus posibilidades de ser una alternativa de suministro, salvo que se opte por los gaseoductos transpirenaicos y el envío de gas natural licuado en barcos de menor tamaño.
Un aspecto que recalca Yolanda Moratilla, profesora de Tecnologías Energéticas en la Universidad Pontificia de Comillas, quien explica que España nunca ha negado la solidaridad con otros países europeos, como Francia. "De hecho ya estamos mandando gas al límite de nuestras posibilidades, pero recuerda que nuestra interconexión con Europa es limitada". De ahí que en las últimas semanas han aumentado las voces que piden la construcción del gasoducto Midcat, el proyecto de una nueva interconexión gasista con Francia que paralizó por las objeciones de los reguladores español y francés, así como la puesta en marcha de la regasificadora de El Musel (Gijón).
Qué pasará con los hogares y la industria
Los expertos coinciden en que pese al escenario apocalíptico que se dibuja en el horizonte, sería "bastante improbable" que los hogares sufran cortes de suministro ya que se consideran "consumidores protegidos", igual que ocurre con hospitales y centros de dependientes. Entre las medidas que en ese caso sí podrían contemplarse figuran la reducción del consumo de gas en el sector eléctrico, cambiar el combustible en la industria, campañas de concienciación y obligaciones de reducir la calefacción o el aire acondicionado.
"En principio los hogares, los hospitales quedan excluidos, aunque supongo que se recomendarán medidas de ahorro, siendo únicamente recomendaciones", opina Yolanda Moratilla, quien no descarta no obstante que los hogares se vean afectados por el incremento de precio en el mercado del gas. Según el Banco de España, cortar el suministro parcialmente supondría para nuestro país un impacto del 1,8% en el Producto Interior Bruto (PIB) y una subida de precios del 1,2%.
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.