Agus Calvet
Consumo
Cómo sacar el máximo partido a cada compra en el supermercado
Paciencia, planificación y sentido común son, más que nunca, imprescindibles al ir a hacer la compra
Quién nos iba a decir hace dos meses que hacer la compra en el supermercado sería toda una aventura. Ahora se ha convertido en uno de los pocos momentos que nos libran de la rutina del confinamiento y los breves, y acotados, paseos.
Salir de casa se ha convertido en un momento de riesgo, pero con las medidas de higiene adecuadas, y una estrategia inteligente, podemos sacar el máximo partido a cada compra en el supermercado. Evitaremos así dolores de cabeza al darnos cuenta que al volver a casa se nos ha olvidado comprar eso que tanto necesitábamos.
Lo primero es hacer una lista y enlazarla con un mapa mental de dónde está cada producto. Antes de que el COVID-19 nos acompañara en nuestra vida diaria era habitual que, en supermercados e hipermercados, intentaran alargar nuestra estancia en sus establecimientos cambiando frecuentemente los productos de pasillos o de lineales. Ya no es así, las cadenas han abandonado esta estrategia, de momento, y si nuestra marca preferida de tomate está hoy en un lugar, la semana que viene seguirá estando en el mismo lugar.
Por ello nos ahorrará mucho tiempo el planificar nuestro ‘paseo’ por el super recorriendo solo los pasillos en donde están los productos que necesitamos. Y en orden, evitando así tener que volver al principio del local porque se nos ha olvidado coger el papel higiénico justo cuando estábamos en la caja.
Vale la pena comprar un poco más de ciertos productos, pero ojo, sin acumular. Piense si son cosas que utilice con frecuencia y, sobre todo, que no vayan a caducar en próximas fechas. De nada sirve comprar muchos huevos si al final terminarán en la basura.
Aunque pueda parecer contraproducente, pregunte al personal del supermercado cuando tenga dudas. Es preferible hacerlo para localizar o preguntar por la disponibilidad de un producto que estar minutos yendo y viniendo por pasillos en su busca. Eso sí, siempre respete la distancia de seguridad con su interlocutor.
Hay que intentar también evitar las horas más concurridas. Es una misión difícil puesto que, durante el confinamiento, los compradores han variado notablemente las horas ‘normales’ de compra. Lo mejor es consultar con el personal del supermercado, incluso por teléfono previamente a nuestra compra.
Si es posible, compre on line los productos más pesados o voluminosos no urgentes de la compra, como pueda ser garrafas de agua, leche, refrescos o detergentes. Así se los entregarán en casa, y en su compra física evitará cargar innecesariamente.
En los estantes, y sobre todo ante los productos frescos, utilice su vista antes que el tacto. Piense en los demás y evite manosear e inspeccionar lo que vaya a comprar, incluso si lleva guantes.
Antes de salir de casa asegúrate que llevas tus propias bolsas. Además de ser ecológicos tendremos la seguridad de su limpieza porque después de cada compra las desinfectamos, bien con agua jabonoso o bien con una solución de agua y un poco de lejía.
Y, por último, mucha calma y paciencia. Si encontramos un lineal con demasiada gente, esperemos en el pasillo principal a que se despeje. Y si al ir a pagar hay personas esperando mantengamos la distancia social de seguridad.