Llegar a fin de mes se ha convertido en un auténtico malabarismo en los últimos tiempos, con el IPC disparado por el encima del 9% y los gastos de energía, cesta de la compra y vivienda cada vez más elevados. Una situación que afecta especialmente a aquellos que viven solos, que según la consultora Nielsen pueden llegar a pagar hasta un 25% más frente a los que comparten gastos, sobre todo en lo que se refiere a alimentación y suministros. Es lo que se conoce como 'tasa single', que pese a tener un sobrenombre millennial, está protagonizada en su mayoría por mayores de 65 años – especialmente mujeres viudas– y supone otra cara de la soledad, en muchos casos no deseada.
Y es que de los cerca de 5 millones de hogares unipersonales, casi la mitad –2,131 millones– están compuesto por mayores de 65 años, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). "Los jubilados y pensionistas, igual que el resto de la sociedad estamos ante una situación muy complicada. El coste de la vida real se ha multiplicado en un 14%, y las pensiones no crecen al mismo ritmo. Es más, aunque la pensión media sea de 1.200 euros, la mayoría vivimos con ingresos por debajo de los 1.000 euros al mes. Y si vives solo y no puedes compartir gastos, el esfuerzo es mucho mayor", señalan desde la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (@CoespeOficial). Según un reciente estudio de la Fundación Mutua de Propietarios (@FundacionMdP), casi la mitad de los mayores de 75 años tienen alguna dificultad para llegar a fin de mes o hacerse cargo de gastos imprevistos.
Fuente: INE (mes de septiembre)
Los hogares unipersonales mayores gastaron 1.300 euros más en 2021
Pero tal como recuerda laeconomista María Teresa López, experta en Políticas Sociales y de Familia, "el perfil de los mayores de 65 años es muy heterogéneo, así como lo son sus gastos. En el caso de aquellos que viven solos se podría estimar que sus gastos se centran fundamentalmente en el mantenimiento de la vivienda impuestos, suministros y alimentación, ya que la mayoría son propietarios de su vivienda y no les afecta el precio del alquiler como a los jóvenes. Habrá que tener en cuenta además el gasto en medicamentos o apoyo a la dependencia según avance la edad, así como si son ayudados o ayudan a familiares", aclara la también profesora honorífica de la Universidad Complutense (@unicomplutense).
Así, según la Encuesta de Presupuestos Familiares, los mayores de 65 años que viven solos aumentaron en 2021 su gasto medio en un 7,5% – 1.320 euros más de media interanual– y se espera que este año suba aún más. "Este grupo está claro que se verá afectado por la creciente inflación porque además no tiene opción de mejorar sus ingresos, a no ser que tenga otra vía diferente a la pensión. La subida de los precios afectará principalmente a sus facturas energéticas y a la calidad de la dieta que consuman", apunta la demógrafa del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universidad de Barcelona, Pilar Zuera. Además, señala que la mayoría de los hogares unipersonales de mayores acumulan varias "desventajas acumuladas", como que la mayoría son mujeres mayores de 70 años sin pensiones contributivas y por tanto, menores ingresos.
Los casos de Mariana y Ramona: "La última compra no pasó de 10 euros"
Es el caso de Mariana, viuda, de 70 años, vecina de Puente Genil (Andalucía). "Antes con la pensión de mi marido de 1.300 euros podía salir a tomar un café. Ahora, con mi prestación de viudedad de 800 euros, comer fuera se ha convertido en todo un lujo. Este mes me va a venir la factura de la luz, que tuve que poner el aire porque hacía mucho calor en verano y temo que supere los 100 euros. Lo nunca visto... El otro día fui a la compra y solo me pude traer dos bolsitas, en total, 10 euros de gasto. Tengo además un hijo con discapacidad, no reconocida por lo que tengo que hacerme cargo de él también", cuenta a 65YMÁS y reconoce que sin la ayuda de sus otras hijas, algunos meses no saldría adelante. "¡Menos mal que mi casa es independiente y no tengo que pagar gastos de comunidad!".
Algo diferente es la situación de Ramona, de 74 años, vecina de Badalona (Cataluña). Ella también vive sola porque perdió a su pareja hace unos años, pero no cobra pensión de viudedad, porque no le corresponde. "Yo me mantengo con mi pensión de jubilación. He trabajado más de 40 años de oficinista, pero aún así no llego a los 1.000 euros y llegar a fin de mes es cada vez más difícil. Con lo que gasto en electricidad y gas no sé cómo voy a pasar el próximo invierno", nos cuenta. "Llevo meses sin probar ciertas frutas como la cereza o el melocotón porque son muy caras". Además, nos relata que cada día su hijo pasa a comer por su casa, por lo que el gasto en alimentación y cocina se multiplica.
Fuente: INE
Economía de la soledad
Y vivir solo se trata de una tendencia que irá en aumento. Según los últimos datos del INE, los hogares unipersonales de personas de 65 y más años aumentaron un 6,1% en 2020, mientras que los formados por menores de 65 años disminuyeron un 0,9%. Por sexo, los hogares unipersonales de mujeres se incrementaron un 1,9% – la mitad por mujeres viudas– y los de hombres aumentaron un 2,1% – más de la mitad solteros–. Ante ese panorama cada vez son más los expertos que señalan la necesidad de una apuesta por las personas mayores que viven solas.
Tal como señala el profesor Iñaki Ortega, consejero del centro de investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre (@fmapfre), esto supone "una oportunidad para ofrecer nuevos bienes y servicios, desde la iniciativa privada con el impulso de lo público, que luchen contra esa soledad", y destaca que supondrá un gran reto para sectores como la Sanidad o la Vivienda en los próximos años. No obstante, Pilar Zuera advierte de que el perfil de los mayores de 65 años que vivan solos cambiará enormemente en el futuro a medida que se incorporen los babyboomers. "Tendrán diferentes intereses y problemáticas, pero sobre todo más formación y pensiones contributivas más altas que los actuales".
Sobre el autor:
Marta Jurado
Marta Jurado es periodista especializada en Sociedad, Economía, Cultura, Política y redactora en el diario digital 65Ymás desde sus inicios. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III y en Filología Inglesa por la UNED, ha trabajado en medios de tirada nacional como El Mundo y Público y las revistas Cambio16 y Energía16. Tiene además experiencia en comunicación corporativa de empresas e instituciones como BBVA o INJUVE.