La crisis del coronavirus impulsa a las marcas blancas en los supermercados

Las marcas blancas, aquellas que ofrecen con un precio inferior productos de similares características, pero de la marca propio del supermercado o hipermercado, se están imponiendo en nuestra cesta de la compra. Esta tendencia, que ya era creciente en los últimos años, se ha acelerado con la crisis derivada de la COVID-19.

Según el estudio realizado por la consultora Bain & Company, actualmente el 40% de todo lo que compramos en este tipo de establecimiento es de marca blanca. Y el ritmo de crecimiento es creciente en todo el ámbito europeo. Así, España es el tercer país con mayor penetración del mercado de marca blanca, y el primero en términos de volumen, con un 51%.

Si antes las marcas blancas se limitaban a ciertos productos, lo cierto es que ahora están presentes en un 80% de cualquier categoría que vende un supermercado o un hipermercado.

Buena parte de este gran peso de las marcas blancas, líderes incluso en sus categorías sobre las marcas de fabricante, se debe a firmas como Mercadona, que han apostado de forma fuerte por este mercado.

El otro la de la moneda son las marcas de fabricante, de las que tan solo un 10% pudieron aumentar su cuota de mercado en su categoría en los dos últimos años ante el paso decidido de las marcas blancas. Donde sí siguen teniendo un peso específico las marcas de fabricante es en los artículos denominados como premium, como la cerveza, el agua mineral, el café soluble y no soluble o la protección solar.

La pandemia de la COVID-19, y la crisis económica que ya se está dejando sentir, harán que, en los próximos meses, e incluso años, aumente el consumo de marcas blancas, más asequibles. En el mismo sentido, el estudio señala que la necesidad de más seguridad y compras ‘sin contacto’ aumente el uso de los canales online. De hecho, sin ir más lejos, en abril las ventas por Internet de productos de supermercado se incrementaron hasta un 216% con respecto al año pasado.