Despega el 'Amazon' de los agricultores: cómo comprar frutas y verduras a domicilio

En nuestra visita habitual al supermercado podemos encontrar alimentos de todo el mundo y, prácticamente, en cualquier época del año. Sin embargo, y sobre todo en frutas y verduras, es un contrasentido apostar por manzanas recolectadas a miles de kilómetros de distancia cuando, en apenas un centenar tenemos productores locales que cuentan con el mismo producto. No solo es un gasto energético enorme, que va en contra del medio ambiente, sino que deja de lado el apoyo a las economías más cercanas, algo muy necesario en estos tiempos de crisis.

Cuando comenzó la pandemia de la COVID-19 las grandes cadenas apostaron por productos de proximidad y temporada. Pero esa misma pandemia a traído también a nuestras casas la compra por Internet y, atención, la eliminación de intermediarios y poder comprar directamente, al agricultor, su producción.

Para ayudarnos a encontrar las frutas y verduras cultivadas cerca de nuestra casa, e incluso conocer quiénes son los que las han producido, nació hace unos meses el Proyecto Kulto. Una idea nacida de dos jóvenes de Cantabria, Pablo Kaperotxipi y Pablo Quintero, para unir a agricultores con consumidores a través de una web y el comercio online.

“Kulto -explican- es el sueño de que lo ecológico, lo sostenible y justo tengan hueco en una misma frase. Que la agricultura opte por un modelo eficiente que no agote los recursos. Y, por supuesto, que las personas que dependen de él puedan vivir mejor”.

¿Y cómo funciona? A través de su web podemos escoger las frutas y verduras que necesitamos, la cantidad y el productor, atendiendo, por ejemplo, a la cercanía a nuestra casa ya que dan cobertura en toda España. Podremos elegir, además, si recoger en la misma granja o recibirlo en casa, teniendo así un producto local, kilómetro cero, ecológico y sostenible.

Con este sistema el consumidor se asegura de comprar fruta y verdura ecológica, en un proceso con una huella ambiental mínima, pagando directamente al productor, eligiendo productos de temporada y de calidad.

Por definición, según sus fundadores, Proyecto Kulto no pretende ocupar el lugar de los tradicionales intermediarios que hoy existen entre el agricultor y el supermercado o tienda que vende sus productos. “No nos beneficiaos de las ventas, ni sacamos un rendimiento de los pedidos ni fijamos los precios, lo que hacemos es ofrecer servicios web y la gestión de pedidos a agricultores”.

¿Y es mucho más cara esta opción? Comparando, al azar, varios precios, no necesariamente. Por ejemplo, medio kilo de calabacín ecológico de una finca familiar en la vega madrileña costaría 1.99€. El mismo producto, el mismo peso, publicitado como ecológico, en una gran superficie y procedente de una explotación en Almería cuesta 1.59€. Si vivimos en Madrid, a través de Proyecto Kulto tendríamos un producto cultivado casi al lado de casa y los 1.99€ irán íntegramente a su productor, que conoceremos.