Elisa Leiva
Consumo
Estufa de leña o de pellet: ¿qué sistema sale más barato?
Los costes de funcionamiento de ambos sistemas son similares, pero los pellets ganan en comodidad
La estufa de pellet está ganando terreno como alternativa a la estufa de leña. Pero, esto no quiere decir que esta esté desapareciendo, ya que se sigue utilizando en muchos hogares, pues la madera es un combustible muy asequible de precio. En comparación, las estufas de pallet destacan por su confiabilidad y facilidad de mantenimiento.
Los costes de funcionamiento de ambos sistemas son bastante parecidos. La diferencia está en el precio de compra, ya que una estufa de pellets puede llegar a costar el doble que una de leña, tal y como indica OCU. A esta cantidad, se le suelen sumar los costes de instalación y mantenimiento, que también tienden a ser superiores en las de pellet.
En términos de combustible, aunque el precio por kilo de leña es más económico que el de pellet, las estufas de pellets demuestran ser más eficientes, es decir, consumen menos para el mismo período de funcionamiento, lo que casi equilibra la diferencia de precio. Por ejemplo, para calentar una vivienda de 90 m2, la variación anual entre el uso de leña y pellet sería de tan solo 33€, según la OCU.
Inicialmente, una de las ventajas de las que presumía este tipo de biomasa, su estabilidad de precios a diferencia de los combustibles fósiles, ha disminuido significativamente en los útimos tiempos. En la actualidad, los pellets son aproximadamente un 73% más costosos que en 2012, tras haber experimentado un marcado aumento de precios en 2021 y 2022, incluso a pesar de la reducción del IVA aplicado a ellos.
Los pellets ganan en comodidad
Es cierto que la chimenea o estufa de leña resulta algo más económica, pero existen otros factores a considerar a la hora de tomar una decisión, por ejemplo el confort y la comodidad de uso.
En cuanto a la comidad en el uso, la estufa de pellets obtiene una victoria aplastante. No hay nada como llegar a casa del trabajo y ser recibido por ella, pues habías programado el encendido automático. Además, para cuando tengas que ocuparte de añadir leña, la estufra habrá calculado la cantidad de pellet a quemar en función de la temperatura solicitada. Por otro lado, es menor el riesgo de sobrecalentamiento.
Respecto a los aspectos desfavorables, se puede señalar que la mecánica presenta una mayor complejidad, y que los elementos de programación pueden causar posibles fallos o averías. Además, llama menos la atención, y presenta unos costes de mantenimiento más costosos.
En términos de eficiencia y contaminación, ambos sistemas están estrechamente vinculados, porque si la combustión es incompleta, el rendimiento disminuye y la estufa libera más monóxido de carbono (CO), compuestos orgánicos volátiles y partículas.
Hoy en día los rendimientos son del 80% de promedio para estufas de leña y un 90% para estufas de pellets. Y aún se pueden mejorar estos datos, a través de modelos con varias entradas de aire (secundarias y terciarias) que aseguran la combustión completa.
En resumen, OCU recomienda una estufa de leña para un calentamiento prolongado en el tiempo, y una estufa de pellet para calentar rápido un hogar, minimizando su intervención.