María Liébana
Consumo
Factores que afectan al valor de la vivienda
Variables como la localización o los servicios a los que tiene acceso son determinantes.
Existen numerosos factores de los que depende que el precio de una vivienda sea más alto o bajo. El precio de una casa puede variar según características como la calidad, el tamaño o los servicios de los que dispone; pero también de otros más volatil comocomo la ubicación o las circunstancias del mercado en cada momento. Siendo esta última una de las variables más importantes a la hora de comprar una casa.
En relación a la evolución de los precios en el mercado inmobiliario español, el portal inmobiliario Fotocasa (@fotocasa) afirma que “los datos sobre la evolución de los precios en el mercado inmobiliario previos a la crisis sanitaria son conocidos: tras varios ejercicios de fuertes subidas, el coste del alquiler comenzó a moderarse en la segunda mitad de 2018 y el de la compraventa lo hizo a lo largo de 2019. Durante el primer trimestre de 2020, un ejercicio que se previa de contención antes de la COVID-19, el precio de la vivienda de segunda mano se mantuvo estable”. Tal y como muestra su Índice Inmobiliario.
Factores que determinan el precio de la vivienda
Más allá del tamaño y la calidad de los servicios que ofrece el inmuebles, la ley de la oferta y la demanda de inmuebles es realmente lo que determina los precios. A medida que la demanda de viviendas aumenta, también lo hacen los precios, mientras que, si la oferta de casas en venta es la que sube, los precios disminuyen.
Pero hay otra serie de características, que podrían parecer ajenas a los factores económicos, que también juegan un papel determinante haciendo que dos viviendas en apariencia idénticas puedan tener precios muy diferentes. El portal inmobiliario Idealísta (@idealista) cita alguna de ellas:
- Localización. La zona en la que se sitúe la vivienda determina directamente el precio de venta de esta. La ubicación del inmueble que será nuestro hogar es crucial por todo lo que ello implica, y más si tenemos en cuenta que, ante todo, buscamos comodidad. Por eso, tener acceso al transporte público, supermercados, zonas comerciales, parques o colegios, son cualidades que impulsarán al vendedor exigir un precio más alto (y a los compradores a pagarlo).
- Cercanía a grandes zonas metropolitanas. Otro aspecto relacionado con la localización. Vivir cerca de ciudades también impacta positivamente en el precio de la vivienda, particularmente cuando tienen una buena combinación de transporte público. Entre otras cosas, por el abanico de servicios, así como por el nivel de ofertas de trabajo que ofrecen.
- Volumen de viviendas embargadas. Si en una zona hay una gran cantidad de viviendas embargadas es probable que el precio tire hacia abajo, ya que sus nuevos dueños rebajarán los precios para acelerar su venta e inevitablemente afectará al resto de viviendas.
- Stock de viviendas (no necesariamente embargadas). Afecta de forma directa sobre el precio. Si se puede, es recomendable esperar y poner a la venta la casa cuando prácticamente nadie quiera vender en el edificio o la urbanización. Se evitará competencia de precios e incluso se puede obtener un precio mejor al previsto si alguien desea vivir en la zona y no encuentra apenas producto.