Toni Esteve
Consumo
Índice de Reparabilidad: ahora sabrás si un producto se puede arreglar antes de comprarlo
Un cambio en la mentalidad para acabar con el típico ‘me sale más a cuenta comprarme uno nuevo'
El pasado 15 de marzo, en el marco de la celebración del Día Mundial de los Derechos de las Personas Consumidoras, el Ministerio de Consumo (@consumogob) anunció la creación de un sello para clasificar los productos eléctricos y electrónicos, “que acompañará al producto en su embalaje y que ayudará a los consumidores a tomar mejores decisiones en el momento de la compra”. Se trata de un Índice de reparabilidad que clasifica los aparatos electrónicos en una escala de 0 a 10 puntos en base a cinco criterios:
- La documentación para la reparación del producto
- La facilidad para desmontarlo
- Disponibilidad de piezas de repuesto,
- Relación entre el precio de las piezas de repuesto y el producto original
- Criterios específicos en función de la categoría AEE (asistencia y facilidad en el reinicio de software).
Cada baremo total tendrá un máximo de 20 puntos y, para calcular el Índice de Reparabilidad de un producto, se deberán sumar todos sus puntos y dividir el resultado entre diez. Los fabricantes serán los responsables de realizar este cálculo y etiquetar los artículos que comercialicen siguiendo las ordenes y bajo la vigilancia del Ministerio de Consumo. Este etiquetado bajo el Índice de Reparabilidad todavía está en desarrollo, por lo que tendremos que esperar al menos unos meses para poder verlo en los aparatos tecnológicos del mercado.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón (@agarzon), afirma que el Índice de Reparabilidad contribuye a promover la Economía Circular. También se trata de un proyecto acorde con los objetivos de la Unión Europea para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono para el año 2050. Mediante esta clasificación, se podrán reparar y reutilizar más productos electrónicos, lo que conllevará una menor emisión de gases y residuos y una menor demanda de recursos naturales.
Las empresas fabricantes deberán adecuarse a esta nueva medida del gobierno y procurar que sus aparatos contengan tecnologías reparables, sostenibles, actualizables y sin obsolescencia.
Ventajas para los consumidores
Los consumidores tendrán acceso a toda una nueva categorización para conocer qué producto les durará más tiempo. La decisión de compra de muchos de los usuarios podrá basarse en la facilidad y el precio de reparar el producto en lugar de comprar uno nuevo si se estropea, lo que también supondrá un gran ahorro. El Índice de Reparabilidad supondrá un cambio en la mentalidad del consumidor para acabar con la típica frase de “me sale más a cuenta comprarme uno nuevo”.
En esta línea, recientemente el Parlamento Europeo aprobó una ley centrada en garantizar el “derecho a reparar”. En ella se especificaba que, si un electrodoméstico o dispositivo se nos estropea antes de alcanzar su máximo de vida útil, podemos y debemos repararlo para reducir la huella ambiental. Los fabricantes y las empresas de electrónica, por su parte, también deben asegurar que los productos se puedan reparar hasta por 10 años.