Agus Calvet
Consumo
Llegan al supermercado las bebidas 'bajas' en alcohol
La caída del consumo en la hostelería por la pandemia ha forzado esta nueva categoría
Que la pandemia de COVID-19 ha cambiado nuestras costumbres de ocio es algo evidente. Ahora podemos salir menos, compartimos menos tiempo con los nuestros en establecimientos de hostelería y, como consecuencia, se ha reducido drásticamente el consumo de algunos tipos de bebidas, como las de alta graduación o espirituosas. De hecho, la Federación Española de Bebidas Espirituosas indicó a finales del año pasado que las ventas de este tipo de bebidas en bares y restaurante cayó un 83%.
Estamos, así pues, optando por consumir en casa y, sobre todo, bebidas menos alcohólicas. Y la respuesta de las tradicionales firmas de bebidas de alta graduación no se ha hecho esperar: presentar ‘versiones’ con menos alcohol.
Una de las primeras en adelantarse en esta nueva gama de bebidas fue Martini, con su Martini Sin Alcohol Vibrante y Martini Sin Alcohol Floreale, sus versiones de sus famosos vermús rojo y blanco. A pesar de no tener apenas alcohol (0,5% vol.), en su elaboración se ha respetado la base vínica para mantener el gusto y aroma ya conocido por todos.
El ‘secreto’ para eliminar el componente etílico de Martini es eliminar el etanol destilando la mezcla en una columna de destilación al vacío. Al reducir la presión baja el punto de ebullición, lo que permite evaporar el alcohol a 32 grados centígrados sin que también se evaporen las características del vino. Para compensar la falta de alcohol se ha buscado concentrar de manera más intensa los aromas, manteniendo la nota amarga del vermú tradicional.
En el supermercado se pueden encontrar ambas referencias muy bajas en alcohol de Martini.
Si ya nos fijamos en las bebidas espirituosas más consumidas, el whisky y la ginebra, la firma Pernord Ricard acaba de lanzar su categoría ‘Low-Alcohol’ de las conocidas marcas Ballantine’s y Beefeater. Añadiéndoles el apellido Light, este fabricante presenta dos bebidas con la mitad de alcohol de lo habitual (20°) que, en teoría, conservan el mismo sabor que sus versiones previas.
Como ocurre con las versiones de Martini, los nuevos Ballantine’s y Beefeater han exprimido al máximo el proceso de destilado, intentando encontrar el punto medio para la evaporación del alcohol sin renunciar a los aromas.