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El tomate es uno de los productos más presentes en nuestra mesa tanto crudo como cocinado, entero o triturado. Es una de las verduras más versátiles de nuestra cocina, y no puede faltar en ella: encontramos este ingrediente en la tradicional salsa de tomate, en sofritos, en ensaladas, en el gazpacho, en el pisto, junto pastas y arroces, etc. Es bajo en calorías y en grasas. Su aporte en fibra y en minerales es discreto, pero en contrapartida es muy rico en vitaminas (A, D, E, del grupo B y también C). Otro componente importante es el licopeno, un antioxidante que es más activo cuando se consume triturado que entero.
Las salsas se pueden hacer de forma casera y la receta no es nada complicada. Pero la comodidad y las prisas en la cocina nos llevan a comprar latas, brick o botes de tomate, ya sea triturado, frito o como salsas. Pero, ¿cuál es el mejor que podemos encontrar en el supermercado? Para responder a esa pregunta, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha comparado 113 tomates de bote y ha estudiado sus etiquetas y listado de ingredientes.
Así, según el trabajo realizado por los especialistas de la OCU, el mejor tomate frito del supermercado es el Sofrito Casero de la marca Gallina Blanca, que obtiene la máxima puntuación y se elabora con aceite de oliva virgen extra.
En el extremo opuesto, según el análisis de esta organización, hay al menos 9 productos de tomate de bote que obtienen una calificación C, la más baja. Estos productos son los siguientes:
- Tomate frito receta artesana de Hacendado
- Tomate frito con 15% de aceite de oliva virgen extra Ibsa
- Tomate frito receta tradicional de Aliada
- Tomate frito estilo casero de Orlando
- Tomate frito Freshona con cebolla (Lidl)
- Tomate frito como en sartén de Alipende
- Salsa de tomate de la abuela de Carrefour
- Tomate frito casero Juan Ranas
- Tomate frito Helios
¿Qué diferencias hay entre el tomate natural y el triturado de bote?
Tomate triturado de bote es básicamente tomate pelado y cortado en trozos muy pequeños. La gran diferencia con el tomate natural está en el resto de los ingredientes. Los más frecuentes en los 16 tomates triturados que han revisado son:
- Sal (en 13 de los 16).
- Un aditivo, el ácido cítrico (E330). Es un tipo de acidulante y sirve, como su nombre indica, para corregir la acidez. Se permite hasta en los productos bio, donde también está presente. OCU considera este aditivo aceptable y sin riesgos.
- Uno solo de los tomates, en lugar del E330, lleva fructosa, un tipo de azúcar.
¿Qué diferencias hay entre el tomate frito y las salsas de tomate?
El tomate frito es la única categoría de las tres que está regulada, por el Real Decreto 858/1984, que afecta a algunas salsas de mesa. Esa norma indica el porcentaje mínimo o máximo de algunos de los ingredientes habituales. Por ejemplo, el tomate debe suponer más de un 25 % (encontramos de un 26 a un 92 % en los 79 envases revisados de tomate frito).
Otra diferencia es la consistencia: las salsas suelen ser algo más líquidas, menos espesas, que los tomates fritos. Además, en las salsas hay más creatividad en los nombres ("sofrito de tomate", "salsa para pasta" o "fritada", entre otros) y en el uso de hierbas aromáticas y verduras.
Pero son muchas más las semejanzas entre estos dos tipos de productos:
Sus ingredientes son bastante parecidos. Es más, algunos “tomates fritos” podrían venderse como “salsas de tomate” y viceversa. Por ejemplo: En ambas categorías hay tomate concentrado. Se usa porque cunde más: con menos cantidad, sube la densidad de la salsa o la viveza del color. Otros ingredientes comunes a ambos grupos son el aceite (más de oliva que de girasol), el azúcar, la sal, el ácido cítrico (E330) y la cebolla.
Nutricionalmente también son muy similares. Su aporte calórico medio por ración (de 50 g) es casi el mismo: 46 kcal en el tomate frito; 43 kcal en la salsa de tomate. De azúcar las salsas tienen algo menos. En ambos predominan los niveles medios de sal y grasas.