La contratación de seguros de impago del alquiler se ha disparado durante la pandemia, ante las alarmantes cifras de morosidad que registra en estos momentos el mercado del alquiler de vivienda. Según los últimos datos publicados por el Fichero de Inquilinos Morosos, las comunicaciones por falta de pago se han incrementado un 68,4% desde el pasado septiembre. Por eso, en los últimos meses este tipo de seguros se ha duplicado y, según previsiones del Observatorio Español del Seguro de Impago de Alquiler (OESA), en 2021 el 30% de los nuevos contratos de alquiler incluirán seguros de impago.
España siempre ha sido un país de propietarios. Sin embargo, el alquiler de vivienda, va ganando terreno poco a poco. El porcentaje de personas que alquilan vivienda en España ha ido aumentando a un ritmo medio anual del 0,5% durante los últimos 15 años. Este porcentaje equivale a unos 90.000 nuevos hogares de alquiler cada año, según datos del Observatorio Español del Seguro de Alquiler. Actualmente, el alquiler representa el 18% del total del parque de viviendas en España, con 3,4 millones de inmuebles, y tiene potencial para llegar hasta el 35% en los próximos años.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus ha golpeado fuertemente este mercado en forma impagos e inquilinos que no han sido capaces de pagar a final de mes el alquiler.
Las moratorias y quitas de renta de los alquileres y la paralización de desahucios, si así lo acuerda un juez, para colectivos vulnerables, se mantendrán en vigor un trimestre más, concretamente hasta el mes de agosto, aunque el estado de alarma haya finalizado ya.
Son medidas, muy necesarias, para proteger a los inquilinos con dificultades y en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, el mercado inmobiliario en España, y concretamente el del alquiler, no es el de los grandes tenedores de viviendas ni el de los fondos que gestionan grandes números de inmuebles, sino el de los pequeños propietarios, que han decidido invertir sus ahorros en un piso para dedicarlo al alquiler y tener así una pequeña renta extra cada mes.
En el caso de impagos, los propietarios pueden alegar también que, de no procederse al lanzamiento de la vivienda, quedarían en situación de vulnerabilidad económica.
El seguro de impago de alquiler es un seguro que proporciona a los propietarios de un bien inmueble arrendado la seguridad de que cobrarán el alquiler del mismo, según explican desde la sociedad financiera Rankia.
Aunque ahora se disparado su contratación, este tipo de seguros, bastante novedoso, ya venía creciendo a buen ritmo en los últimos años. Cinco de cada 10 contratos de alquiler firmados durante el año pasado ya contemplaban la contratación de uno de estos seguros y solo en 2019 la contratación de estos seguros subió un 35%.
La prestación fundamental de este seguro es dar respuesta ante cualquier posible impago que se produzca por parte del arrendatario de la vivienda. Se presta a través del pago de las rentas que se hayan quedado por pagar. Ahora bien, y esto conviene mirarlo muy bien a la hora de contratar el seguro, para evitar sorpresas desagradables, suelen tener y máximo establecido. Es decir, los contratos de impago del alquiler suelen cubrir solo un número determinado de mensualidades impagadas.
Ahora bien, además del pago de las mensualidades, estos seguros cuentan con otras coberturas.
Cuando se contrata este seguro, explica el comparador Acierto, también se contrata una serie de garantías vinculadas a la defensa y protección de los intereses del arrendador. En caso de impago, la aseguradora reclama al inquilino, a través de abogados especialistas, las mensualidades que no haya pagado. Este proceso se ejecuta antes de que haya sentencia alguna, ya sea de desahucio o condena por impago. Además, la propia compañía también gestiona los trámites legales pertinentes para lograr una orden o sentencia para desahuciar al inquilino moroso, con el fin de que el arrendador pueda disponer de su vivienda en el menor tiempo posible.
Otro de los servicios incluidos es la posibilidad de reclamar los desperfectos o daños materiales que el inquilino pueda provocar en la vivienda. Junto a estos también se proveen servicios de asistencia jurídica que permite realizar consultas relacionadas con los derechos y obligaciones del arrendador.
