El dilema de la pobreza energética
Las eléctricas y los políticos expulsan del bono social a medio millón de pensionistas
En Ecologistas en Acción ( @EeAmadrid) desde hace más de 20 años, Paca Blanco, es una de las voces más críticas y que mejor conoce la pobreza energética en nuestro país. A sus 70 años ha vivido en sus propias carnes la lucha contra los gigantes energéticos: primero por su activismo antinuclear y anticapitalista en Extremadura, donde ha vivido gran parte de su vida, y ahora comprometida también con la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético (@NuModEnergetico) y candidata de Madrid En Pie (@EnPieMunicipal) a las municipales.
Es además pensionista, madre y mujer, que según ella misma explica en las charlas que imparte sobre pobreza energética, constituyen agravantes para la situación de vulnerabilidad energética por las cargas familiares que supone. Blanco, que recurrió hace años al bono social, repasa con 65Ymás las claves de este tipo de pobreza que afecta a más del 10% de los hogares en España y que provoca la imposibilidad de pagar la energía suficiente para satisfacer las necesidades domésticas básicas.
- ¿Por qué defiende que la energía es una necesidad vital? ¿Cómo acaba una persona en situación de pobreza energética?
Es fundamental tener energía para vivir y para calentarse, es obvio que no se puede vivir sin ella. Por eso la energía debería ser un derecho y no un negocio. Los actuales recibos de la luz tienen unos precios abusivos y no están ni de cerca nivelados a los sueldos de este país, ni a las pensiones... Así es cómo mucha gente acaba en esta situación, porque no puede pagar una factura de la luz o el gas, que cuenta además con un IVA del 21%, como si fuese un artículo de lujo, en vez de un bien de primera necesidad.
- ¿Cómo esta desigualdad energética afecta especialmente a los mayores?
Con ciertas pensiones hay que elegir entre tener electricidad o calefacción. Los políticos deberían tomarnos más en serio, pero les importamos un bledo. De ahí que los jubilados intentamos hacer lo que hemos hecho toda la vida: envolvernos en mantas para estar en casa y calentarnos. No estamos tan mal como las familias monoparentales con hijos, que tiene que hacer frente a grandes cargas familiares, pero hay mucha gente sola en situación muy precaria.
- ¿Qué papel juega el bono social regulado por el Gobierno y reformado en 2017 que supone descuentos en la factura de la luz?
El bono social tan solo supone el 25% de rebaja de la factura, pero no nos quita impuestos. A veces no se trata de más de 6 euros de descuento al mes, a mi no me solucionaba nada. Además, estoy muy disgustada porque el nuevo bono social no llega a las familias más necesitadas. El cambio de requisitos provoca que se solicite presentar demasiada documentación, que las familias en precario no pueden aportar, como datos de alojamiento, fe de vida, etc. Y sin embargo, con el nuevo criterio de familia numerosa, que rebaja el 40% de la factura, hogares con dinero pueden beneficiarse fácilmente de estos subsidios.
- ¿Quiénes son en su opinión los responsables de esta situación?
El responsable final es el Estado, que no debería permitir a las eléctricas ganar tanto dinero a nuestra costa a través del modelo energético actual. El oligopolio eléctrico se está forrando y hay que ponerle freno porque nos están estafando. Esto provoca malas consecuencias como cortes de suministro en muchas casas o incluso la deuda contraída una vez que se producen los cortes. Yo he visto casos increíbles, como casas de vivienda social concedidas sin suministro por deuda de sus anteriores inquilinos, a los que se les cortó porque no podían pagar y suman intereses.
- ¿Qué opina de los programas de Responsabilidad Social Corporativa de las eléctricas para colectivos vulnerables?
Nosotros llamamos a esto “el lavado verde”. No es más que publicidad engañosa. Esto solo se cambia con voluntad política de frenar a las eléctricas y que dejen de hacer un negocio redondo con nosotros. Pero la realidad es que los propios políticos y presidentes de Gobierno son los primeros que defienden los intereses de las eléctricas. Todo eso lo pagamos los consumidores y no debería ser así, sino que tendría que hacerse cargo de esto el Estado y en último caso las eléctricas, que igual que asumen riesgos, paguen. Un ejemplo es el cierre nucleares se ha extendido 10 años y si se cierra, somos los ciudadanos los que pagamos el resto del contrato.
- Pese a todo, ¿es posible a nivel individual hacer algo para salir de la pobreza energética?
Yo recomiendo a las familias en esta situación que se informen, que acudan a plataformas especializadas, que se asesoren sobre cómo reducir su factura. Hay que tener en cuenta que las eléctricas nunca pierden, por eso hay que acudir a agentes sociales y no fiarse de los asesores de las compañías que fijan por defecto la capacidad de todos los electrodomésticos trabajando juntos. Nosotros recomendamos medidas como cambiar los contratos, bajar la potencia según el uso de cada uno, no dejar nada enchufado por la noche, poner la lavadora con porgrama corto y agua fría...Esto puede suponer hasta un 40% de ahorro.
- ¿Hay alguna otra alternativa? ¿Otro modelo energético posible?
La otra opción es salirnos todos del oligopolio eléctrico y apostar por otros modelos como el autoconsumo o las cooperativas eléctricas. Pero para que surta efecto tenemos que hacerlo todos. Así, dejaríamos de dar dinero a las eléctricas que nos estafan. Y esto es posible actualmente ya que hay muchas opciones y además se conseguirían una energía más limpia, barata, y basada en mayor porcentaje de renovables, que ahora ya no tienen tantos impuestos. Con la energía que se produce, podemos ser autosuficientes completamente, pero intentan impedirlo. Yo he pasado de pagar 97 euros al mes a unos 25 euros con todos tipo de electrodomésticos con una cooperativa e informándome sobre la mejor franja horaria a la que acogerme.
- Usted ha luchado toda su vida contra las nucleares, ¿cree que verá el cierre de la central de Almaraz?
No lo sé, el contrato de Almaraz (Extremadura), lo han alargado 10 años más. Crucemos los dedos porque no pase nada con los residuos radiactivos. Yo considero que los ciudadanos tenemos que opinar sobre este tema porque está en juego no solo el modelo energético sino nuestra salud. Yo considero que no necesitamos nucleares en nuestro sistema eléctrico. Ahora es el momento de ese cambio, el año pasado estuvieron cuatro centrales cerradas y no ha pasado nada. Ya no valen las mentiras de que no llueve o no hace viento... Somos el país del sol, tendríamos que ser líderes en renovables. Aún confío en políticos con conciencia que defiendan todo lo que estamos diciendo, apostemos por un nuevo modelo energético y ver si somos capaces de tener una vivienda digna.