El nuevo modelo de factura eléctrica para los consumidores acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), que entrará en vigor el próximo 1 de junio, buscará, según el Gobierno, bonificar el ahorro energético, el consumo eficiente, el autoconsumo y el despliegue del vehículo eléctrico.
Con todo, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico consultados por Europa Press han considerado que esta nueva factura no producirá "una rebaja" en el recibo per se, aunque sí que han estimado que, en el medio y largo plazo, "provocará consumos más eficientes y un ahorro".
Eso sí, lo que sí se producirá a partir de junio, será una bajada de cerca de un 3% en la parte fija del recibo (peajes y cargos), congelados desde 2018. Pero esta bajada se deberá a la revisión llevada a cabo en la metodología de los costes de las redes, así como al descenso de los costes del régimen retributivo especial de las energías renovables, de la cogeneración y de la generación con residuos.
¿En qué consiste el cambio?
De esta manera, el cambio en la nueva factura de la luz sustituye los peajes de acceso al sector eléctrico por dos nuevos conceptos: los peajes de transporte y distribución –que fija la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y que cubren los costes del uso de las redes de transporte y distribución de la energía eléctrica– y los cargos del sistema eléctrico –establecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico–.
Discriminación de precios y tres periodos horarios diferenciados
Además, se fijan tres tramos horarios: punta, llano y valle. El periodo punta, en el que el coste de los peajes y los cargos será más
alto, estará comprendido entre las 10 y las 14 horas y las 18 y 22 horas; el tramo llano, con un coste intermedio, se situará entre las 8 y las 10 horas, las 14 y las 18 horas y entre las 22 y 24 horas; y la tarifa valle, la más barata de las tres, se ubicará entre medianoche y las 8 de la mañana y se aplicará durante todas las horas de los fines de semana y festivos.
Con esta estructura tarifaria se pretende incentivar el traslado del consumo eléctrico desde las horas de máxima demanda eléctrica (horas punta) a otras en las que las redes de transporte y distribución se encuentran menos saturadas (horas valle), lo que reducirá la necesidad de llevar a cabo nuevas inversiones en dichas infraestructuras.
El Ministerio prevé que esto redunde en unos menores costes para los consumidores de energía eléctrica, puesto que son ellos quienes sufragan este tipo de infraestructuras a través de la factura eléctrica, y evita los inconvenientes medioambientales de este tipo de instalaciones.
De esta manera, los usuarios que trasladen su consumo hacia las horas llanas y valle, las de menor demanda, conseguirán un mayor ahorro en su factura.
Dos potencias diferentes
Por otra parte, a partir del 1 de junio los consumidores domésticos podrán contratar dos potencias diferentes: una para los periodos punta y llano y otra para el periodo valle.
De este modo, aquellos consumidores que tengan unas necesidades de potencia más elevadas en periodo valle, como los usuarios de vehículo eléctrico que deseen cargar su coche o moto por la noche en su domicilio, podrán beneficiarse de contratar una potencia superior para el periodo valle y mantener su potencia habitual en los tramos punta y llano, evitando pagar el sobrecoste de esa potencia extra durante todas las horas del día.
En el caso de que el consumidor no solicite este cambio se le aplicará, de manera automática, la potencia actual contratada en ambos periodos.
El componente variable pasa a tener más peso
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico prevé también que la combinación de los nuevos peajes y cargos permitirá que la factura eléctrica tenga un mayor componente variable -actualmente entre el 60% y el 75% es fijo-, lo que hará que su coste dependa en mayor medida de la energía consumida, fomentando además la eficiencia energética al permitir que las medidas de ahorro tengan un mayor impacto en el recibo del usuario.
Con ello se promueve el autoconsumo, que reduce la demanda de energía procedente de la red, o el despliegue de infraestructuras de recarga rápida de vehículos eléctricos. Además, este nuevo modelo beneficiará a los consumos con componente estacional como el turismo.
No obstante, el nuevo modelo mantendrá una parte fija de los cargos para lograr un equilibrio con otras prioridades de política energética. De esta forma permanece el incentivo para la electrificación de usos finales de energía, lo que fomenta, por ejemplo, el uso de bombas de calor, que podrían resultar más baratas y limpias que otras opciones basadas en combustibles fósiles, o la recarga doméstica de vehículos eléctricos.
También, dentro de ese fomento de nuevos modelos de negocio como el autoconsumo o el peaje y cargo específico para recarga rápida, se incluye la posibilidad de exención de cargos para el consumo de hidrógeno renovable.
Nuevo formato de factura
A estos cambios se sumará un nuevo formato de factura para usuarios con PVPC que adaptará el recibo a la división de los actuales peajes de acceso en los peajes de redes y los cargos, establecerá el contenido mínimo de la factura de los consumidores con menos de 15 kW de potencia contratada, simplificará el contenido para mejorar su comprensión, reducirá su extensión a dos páginas e incorporará nueva información como las potencias máximas que cada consumidor ha demandado en cada uno de los periodos horarios en el último año.
Se incluye también un código QR para facilitar al usuario emplear el comparador de ofertas de energía en la web la CNMC de forma que pueda encontrar alternativas contractuales ventajosas.