El precio de los combustibles tradicionales, como el gas y la electricidad, se ha disparado debido a la situación internacional, lo que ha llevado a que muchos hogares decidan calentarse a base de pellets, como una alternativa más barata. Sin embargo, la realidad es que, debido al aumento de la demanda de este tipo de combustibles (un 11% y un 11,5% para los pellets domésticos), su precio aumentó en otoño hasta un 67% respecto al año anterior.
Este aumento de precios, a pesar de que el Gobierno decidió bajar el IVA de los pellets al 5%, una rebaja que no afectaba a los huesos de aceituna o las astillas, provocó que los consumidores llegasen a pagar en diciembre de 2022 un precio similar al que pagaban en septiembre, antes de esa rebaja, según explican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Una de las principales razones ha sido la escasez de producto, sin embargo, según la Sociedad Española de Biomasa (Avebiom), la producción de biomasa aumentó casi un 20% en comparación con 2021 (de 641.700 toneladas en 2021 a 768.000 toneladas en 2022).
Según la OCU (@consumidoresocu), esto apuntaría a que se ha realizado "un aumento injustificado" de los precios para "incrementar los márgenes de beneficio de fabricantes y distribuidores", ofreciendo una sensación de escasez que no corresponde con la realidad para conseguirlo, igual que ocurrió con otros productos, como el aceite de girasol o el hielo en verano.
La opción más económica
A pesar de todo, el pellet sigue siendo la opción más económica para calentar nuestros hogares, ya que nos permite ahorrar hasta un 20% frente a una caldera de condensación de gas natural, y hasta un 57% frente a radiadores eléctricos sin acumulación de energía. Así lo refleja un estudio de la OCU, en el que han analizado un total de siete marcas de pellets, encontrado grandes diferencias de precios.
De todas ellas, las mejor valoradas por su relación calidad-precio han sido las dos siguientes:
Ecomind: cuenta con un alto poder calorífico, baja humedad y bajo contenido en cenizas, aunque su precio se encuentra por encima de la media de los analizados, siendo de 0,53 euros/kg.
Burpellet: igualmente, tiene un gran poder calorífico, baja humedad y mejor calidad-precio (0,49 euros/kg), aunque su contenido en cenizas es menor.
Desde la OCU piden que se potencie la biomasa autóctona como recurso energético local, así como la inversión en la limpieza de montes para un mejor aprovechamiento de la biomasa forestal, algo que favorecería la economía circular, la creación de puestos de trabajo de calidad en zonas rurales y evitaría incendios.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.