Nueva subida de precios de gasolina y diésel: así afectará a tu bolsillo el veto al carburante ruso

Todo lo que cambia en febrero: nuevo SMI, subida inminente de la gasolina y adiós a las mascarillas

El coste de los combustibles está en el punto de mira de los ciudadanos que viven desde que comenzó el año pendientes del calendario para saber cuándo es mejor llenar el depósito. Y es que desde que comenzó 2023, tanto la gasolina como el diésel están sufriendo constantes subidas de precio, que se han visto agravadas con el fin del descuento de 20 céntimos del Gobierno. A esto hay que sumarle desde esta semana, las posibles consecuencias del veto de la Unión Europea a la compra de diésel ruso en el marco de las sanciones impuestas al país debido a la invasión de Ucrania, que ha entrado en vigor el pasado domingo.

Aunque los expertos llaman a la tranquilidad ya que – al menos en España– el suministro parece asegurado, la incertidumbre está en cómo afectará a los precios. "Hay muchos factores y, por tanto, no se puede decir que a partir del 5 de febrero el precio del diésel subirá tanto. Habrá que ver cómo todos esos factores se equilibran", aseguran desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) y señalan que todo dependerá de cómo se equilibren la oferta y la demanda y de cómo evolucione la cotización internacional propia de este carburante.

Posible impacto en el precio, pero no inminente

 "A nosotros en principio, el veto al diésel ruso no nos debería suponer ningún problema porque nosotros dependemos del crudo ruso solo en un 12%, frente a la media del 30% europea", opina Yolanda Moratilla, profesora de Tecnologías Energéticas de la Universidad Pontificia de Comillas (@UCOMILLAS), quien asegura que en España existe mucha diversidad de suministradores de crudo y flexibilidad de refinerías. Pero sí reconoce que debido a la situación internacional de menor oferta y una mayor demanda, "va a hacer que de forma internacional los precios suban y obviamente, en los próximos meses podría haber una subida de precios. Si llegará o no al 2,2 euros el litro, no lo sabemos aún".

La alerta se disparó después de que máximos responsables de grandes petroleras de nuestro país avisaran de una más que probable subida en los precios de los carburantes debido a la entra en vigor del veto europeo. Si la evolución de los precios sigue la previsión estimada, en abril llenar un depósito de 55 litros costará más de 100 euros, aseguraban. Sin embargo, el impacto en el día después de la entrada de la medida, ha estado contenido. Este lunes 6 de febrero, la gasolina se ha mantenido en el entorno de los 1,7-1, 8 euros el litro, y el gasóleo en los 1,667, muy lejos de los precios máximos de 2022 que se situaron en 2,2 euros la gasolina y 2,106 el diésel. Pero hay que recordar que desde que comenzó el año el precio medio del diésel en España se ha incrementado en un 2,6% y llenar un depósito medio de 50 litros con este carburante es 14 euros más caro que hace un año.

Suministro "asegurado" en España

Al margen de los precios, uno de los aspectos en los que más inciden los expertos, y que confirma el propio ministerio de Transición Ecológica es que el suministro en España está garantizado. "Las refinerías españolas, al contrario que un gran número de las europeas, han realizado fuertes inversiones para hacer frente a situaciones como las actuales y están preparadas para el procesado de diferentes tipologías de crudos y orígenes, con capacidad de procesar crudos diferentes a los rusos", aseguran desde la cartera de Teresa Ribera.

"También contamos con una amplia red de oleoductos que facilita la distribución completa de productos petrolíferos, y con 42 días de reservas estratégicas propiedad de Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos) con control directo de la Administración y otras reservas de seguridad de la industria", han añadido.

Las fuentes de Transición Ecológica también han agregado que desde hace una década España presenta un saldo neto exportador de gasolinas y gasóleos, por lo que las sanciones sobre las importaciones de crudo y productos petrolíferos procedentes de Rusia, por sí solas, "no deberían suponer ningún problema al suministro". No obstante, han matizado que en España se pueden "sufrir los precios internacionales elevados".