Miércoles 23 de marzo de 2022
ACTUALIZADO : Jueves 21 de marzo de 2024 a las 16:38 H
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La subida histórica de la luz, que comenzó a mediados del año pasado y que se ha intensificado este año con el estallido de la guerra en Ucrania ha provocado una huida de consumidores de la tarifa regulada (PVPC) al mercado libre. De hecho, en 2021, los traspasos del mercado regulado al libre se duplicaron.
En concreto, según el I Informe minorista del gas y la elecrtricidad, que acaba de dar a conocer la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) el número de consumidores de electricidad que pasaron de la tarifa regulada (PVPC) al mercado libre fue de 1.250.000 clientes en 2021, frente a los 575.000 que hicieron lo mismo en 2020 y los 660.000 de 2019.
#Energía| La #CNMC observa un traspaso de #consumidores eléctricos al mercado #liberalizado a precio fijo y la contención del precio doméstico del #gas en el mercado #regulado.
— CNMC (@CNMC_ES) March 21, 2022
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En octubre de 2021, alrededor del 60% de los consumidores eléctricos, unos 18 millones de consumidores frente a un total de 29 millones, (60% del consumo total) disponían de un contrato de suministro a precio fijo, lo que les permitió mantener los precios acordados hasta la fecha de revisión de sus contratos.
Por el contrario, un 40% de los consumidores con contratos indexados al precio del mercado al contado (un 40% del total) o en tarifa regulada, PVPC, habrían experimentado un incremento del precio del 45% en 2021 (+229 euros con respecto a 2020 para un consumidor medio).
Aquellos consumidores de electricidad con una potencia contratada menor a los 10 kilovatios, generalmente hogares y alguna pequeña empresa, pueden elegir entre contratar la tarifa de luz regulada o el mercado libre. La tarifa regulada de la luz, o PVPC que ofrecen las grandes eléctricas depende de la evolución del precio de la luz en el mercado mayorista y cambia a diario. Las ofertas del mercado se filan libremente por las compañías y tienen precios estables durante la duración del contrato, que generalmente es anual.
Tradicionalmente, la tarifa regulada es más barata que la del mercado que libre. Ésta última, al fin y al cabo, es la base con la que se calculan las tarifas libres, a la que se suma un margen. Ahora bien, el mercado libre ofrece a menudo ofertas durante los primeros meses de contratación, o establecen tarifas planas. El año pasado, con un precio de la electricidad desbocado, los clientes con tarifa regulada pagaron un 45% más.
Junto a la subida de precios, la entrada en vigor en junio de la nueva factura de la luz, sometida a las nuevas tarifas horarias, con diferentes precios en función de que el consumo eléctrico se haga en horas punta o valle, favoreció también el traspaso de clientes. El debate público en torno a la hora en la que ponemos el lavavajillas o la plancha, alentó a las principales compañías eléctricas a poner en marcha agresivas campañas de publicidad para atraer nuevos clientes hacia sus tarifas del mercado libre.
La tarifa regulada es la única en la que los consumidores vulnerables pueden pedir la ayuda del bono social. Si el consumidor abandona la tarifa regulada, deja de tener acceso al bono social.
Ahora mismo, existen tres tipos de consumidores con derecho al mismo: los vulnerables, los vulnerables severos y los que están en riesgo de exclusión social, en función de la renta y de otros requisitos, como pueden ser jubilados, familias numerosas, discapacitados o víctimas de terrorismo o género.
Sin embargo, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), más de un millón de hogares que tienen derecho al bono social eléctrico no lo están disfrutando. Las principales razones son las dificultades para tramitar la solicitud o la exclusión tecnológica. La OCU, pide que se identifique a los posibles beneficiarios a partir de datos que obran en poder de las administraciones y se les aplique los descuentos del bono social eléctrico de forma automática.
La CNNC recuerda que el consumidor dispone en su factura de un código de lectura QR, que enlaza con el comparador de ofertas de la CNMC donde podrá encontrar las opciones más baratas del mercado y que mejor se adaptan a su perfil de consumo.
Además, para conocer el tipo de contrato y los tramos horarios suscritos, el cliente también puede acceder a otra aplicación de la CNMC.
