Agus Calvet
Consumo
¿Realmente los supermercados tienen mejores precios?
Los mitos (algunos falsos) que circulan sobre los supermercados
En toda España, según la Asociación de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS) hay casi 55.000 tiendas entre comercio tradicional, supermercados e hipermercados. De ellas, unas 24.300 son de cadenas de distribución.
Así pues, tanto supermercados como hipermercados se han convertido en un lugar de referencia para los consumidores y un escaparate para cualquier producto, alimenticio o no, que pretenda venderse. En torno a ellos ha surgido toda una mitología sobre bondades o maldades que en algunos casos tienen fundamento y en muchos otros no.
La influencia de los supermercados
Si tenemos en cuenta que un 60% de nuestro gasto como consumidores al año, según ASEDAS, lo realizamos en supermercados e hipermercados, esta aseveración es totalmente cierta. Su poder de compra es enorme y creciente, por lo que influyen tanto en sus proveedores como en la competencia. Además, si incluimos a los mayoristas que venden a los pequeños comercios minoritas, el porcentaje de concentración se sitúa en un 75%.
Mayor variedad
Aunque el número de referencias que podemos encontrar en los supermercados es enorme, hasta 40.000 en los más grandes, la realidad es que muchas de ellas son calcadas entre ellas, con calidades y precios muy similares, aunque sean de diferentes marcas. El gran secreto de las grandes cadenas de distribución está en la selección de lo que venden y, curiosamente, en muchas ocasiones no siempre atendiendo a la cercanía de producción, por lo que se dan circunstancias como encontrar quesos de otros países y no poder comprar una denominación de origen cercana al establecimiento.
En esa ocasión, sin embargo, vuelve a ganar la comodidad, ya que excepto en situaciones puntuales con ciertos productos, el consumidor prefiere hacer una única compra, eligiendo para la misma cesta de la compra lo que encuentra en un mismo establecimiento.
Los supermercados tienen mejores precios
Es una verdad a medidas, puesto que hay que tener en cuenta que mientras productos como la alimentación procesada o envasada sí suelen tener precios más ajustados, lo cierto es que, en frutas y hortalizas, en especial de temporada según la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), no pueden competir con pequeñas tiendas o vendedores, sobre todo de proximidad, que se ahorran intermediarios y evitan el encarecimiento de productos. Sin embargo, no todos tenemos cerca un comercio de ese tipo, por lo que al final la diferencia de precios se ve compensada por la cercanía del supermercado.
Marcas vs marcas blancas
Se suele pensar que las marcas blancas son más baratas que el mismo producto de una marca comercial reconocida. Sin embargo, contra lo que se podría pensar, no son los fabricantes los que fijan el precio de sus productos en el supermercado, por lo que entra el juego de las cadenas por primar sus marcas blancas sobre el resto, aunque el precio en origen sea similar.