Preparar todas las recetas que requieran del horno el domingo, planchar a una de la madrugada y programar la lavadora de noche, poner el despertador para pasar la ropa de la lavadora a la secadora antes de que amanezca y cruzar los dedos por que los vecinos no se quejen… aunque quizá ellos también estén planchando o dándose una ducha, puesto que su calentador es eléctrico. Bienvenidos a la nueva tarifa de la luz, que entra en vigor en apenas unos días, el 1 de junio.
Según el Gobierno, el nuevo modelo de factura eléctrica busca bonificar el ahorro energético, el consumo eficiente, el autoconsumo y el despliegue del vehículo eléctrico. Y reconocen que la nueva factura no producirá "una rebaja" en el recibo per se. Es decir, solo nos permitirá ahorrar si cambiamos nuestros hábitos de consumo. Lo dicho, planchar a la una de la madrugada.
¿A quién afecta la nueva factura?
El nuevo sistema no afectará a los usuarios que estén en el mercado libre sino solo a los usuarios que tengan contratado el precio regulado, y con una potencia contratada de 15KW o menos. Primer gran escollo: muchas personas ni siquiera saben si van a recibir o no la nueva factura, si tenemos en cuenta el último Panel de Hogares elaborado por la propia CNMC según el cual una amplia mayoría de los hogares españoles, concretamente un 63%, todavía no sabe en qué mercado tienen contratado su suministro de luz. Y solo uno de cuatro hogares conoce la diferencia entre la contratación de la electricidad en el mercado libre o en el regulado.
Actualmente, a 10,7 millones de consumidores con tarifa regulada o pvpc se les factura con el precio medio diario (cada hora tiene una tarifa) durante los 30 días que abarca la facturación. El resto de consumidores tienen contratos en el mercado liberalizado y suelen tener un precio fijo durante doce meses.
El galimatías de las horas, los tramos, los días y las excepciones, Vivir pendientes del reloj y del calendario
La luz tendrá diferentes precios si las horas son punta, llano o valle. Es decir, los consumidores pagarán más o menos según las horas que utilicen la electricidad, es decir, a qué horas pongan sus aparatos eléctricos, como la televisión, a qué hora enciendan las lámparas o conecten la lavadora o la plancha.
A partir de ahora, la tarifa regulada dependerá no solo de la hora, sino del día, del mes y de si es peninsular, de las islas o Ceuta y Melilla.
Dependiendo de la hora que se realice el consumo de electricidad se va a pagar más o menos según los siguientes periodos establecidos:
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Hora punta, cuando la electricidad es más cara, y comprende de 10 a 14 y de 18 a 22.
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Hora llama, electricidad más económica que en la hora punta, y comprende de 8 a 10, de 14 a 18 y de 22 hasta las 24 horas.
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Hora valle, la electricidad más económica de todas, y comprende de 12 de la madrugada hasta las 8 de la mañana.
Eso sí, existen estas dos excepciones:
- En Ceuta y en Melilla, los periodos comentados anteriormente empiezan y acaban una hora más tarde, excepto cuando se aplica la hora llana entre las 23 y las 24 horas.
- Los fines de semanas y festivos sólo se va a aplicar a los usuarios la tarifa de las horas valle, es decir, va a ser más barata la electricidad durante todo el día.
La complejidad de la nueva factura responde al también complicado método que se va a implantar para calcular los consumos de luz de todos los clientes, más de 26,7 millones en España.
Para algunos usuarios, la nueva factura puede ser incluso más cara
Los expertos coinciden: el nuevo modelo no conlleva una rebaja en la factura final de la luz. Todo dependerá del consumo que hagamos, qué día y en qué horario. Y si no somos cuidadosos en ese sentido, podríamos llegar a pagar más.
La organización de consumidores OCU considera que, en general, el nuevo sistema apenas supondrá un ahorro de 5 euros al año para los clientes del mercado regulado y que, en algunos casos, supondrá pagar más. “Los hogares que hasta ahora disfrutaban de la tarifa con discriminación horaria (DH) perderán esta ventaja y verán cómo se incrementará su factura en un 9,3%, que suponen pagar 58 euros anuales más, excepto los que tienen acumuladores para calefacción que concentran mucho consumo durante la noche. Estos usuarios deben tratar de bajar mucho la potencia durante el día para obtener un ahorro que les compense la subida del precio de la energía”, asegura la OCU.
Para un hogar medio con tarifa regulada PVPC, que tiene contratados 4,6 kW de potencia y consume 3.500 kWh al año el impacto será casi inapreciable: una reducción del 0,7%, que equivale a 5 euros de ahorro al año. Las segundas residencias y las casas vacías salen beneficiadas, ya que pagarán menos de término fijo y el encarecimiento del precio del kWh consumidor no les afectará.