Entender los conceptos básicos de la factura de la luz puede parecer complejo. Es más solo un 11% de los consumidores entiende por completo su factura de la luz, entre otras cosas, porque las propias compañías alientan esta confusión, según concluye la Organización de Consumidores y Usuarios (@consumidores). Pero tener claros unos cuantos conceptos para descrifrar la factura del principal gasto de los hogares, puede suponer márgenes de ahorro muy importantes para la economía familiar, según los expertos. "En España, los hogares gastan un a media de 1.000 euros al año en recibos de suministros básicos (luz, gas y agua), 2.000 euros en el caso de viviendas poco eficientes energéticamente, por lo que lograr entre un 20% y un 30% de ahorro en las facturas (30-400€ al año) en caso de tener los suministros mal contratados, puede suponer un antes y un después, cantidad que suele ser mayor en colectivos en situación de vulnerabilidad, ya que pueden ser beneficiarios de bono social y bono social térmico", señala Daniel Álvarez, técnico de la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan (@isadoraduncan) en un taller al que ha acudido 65ymás, organizado por la Universidad Politécnica de Madrid@La_UPM, en el mes de la Pobreza Energética.
Lo más sencillo, estar en el Mercado Regulado
Aunque todo dependerá de cada caso y cada consumidor, lo primero que hay que saber es si se está en el mercado regulado o el libre. Si te encuentras en el primer caso, lo identificarás encontrando las siglas PVPC en tu factura, lo cual significa que los precios están regulados por el Estado mediante una tabla de consulta pública, y frente a lo que ocurre en el mercado libre, estos precios han bajado en torno al 12% en el último año. "Ningún año la oferta del mercado libre ha sido más barata que la del mercado regulado, pese a los presuntos descuentos ofertados por las eléctricas, por lo que estar en el mercado regulado es la vía más sencilla para ahorrar, aunque no siempre la más ética o ecológica", resalta Álvarez.
Una vez comprobado esto, es necesario asegurarse de que la factura está a nuestro nombre para poder efectuar cualquier tipo de modificación o solicitar un cambio de tarifa a la compañía con la que se tenga contratado el suministros. En el caso de querer cambiar al mercado regulado, será necesario solicitar a la compañía actual, el paso a su comercializadoras de referencia. Actualmente son estas ocho, ligadas a los grandes grupos eléctricos: Curenergia (Grupo Iberdrola); Energía XXI (Grupo Endesa), Comercializadora Regulada Gas & Power (Grupo Naturgy), Régsiti (Grupo Repsol), Baser COR (Grupo EDP), Comercializador de Referencia Energético (Grupo CHC), Teramelcor (Sin actualizar el Real Decreto 15/2018 para Dependientes y Familias Monoparentales) y Energía Ceuta XXI (Grupo Eléctrica de Ceuta).
Disciminación horaria y optar por el bono social
Otro punto importante para el ahorro es comprobar si la factura tienen discriminación horaria. Esto significa que hay unas horas al día donde encender la luz o los electrodomésticos resulta más caro o más barato. Contratar la discriminación horaria puede llegar a ahorrar un 27% en horas valle, mientras que las horas punta tienen un 20% de recargo en el precio. "Solicitar este cambio cuesta 9,04 € más IVA, pero en un año lo podrá haber compensado", opina Daniel Álvarez. Es tan interesante que muchas empresas del mercado libre han pasado a sus clientes a discriminación horaria, con ello ofertan un precio bajo de manera continua pero que sigue siendo mucho más caro que el PVPC con discriminación horaria.
Por último, sería recomendable comprobar si se cumplen los requisitos de consumidor vulnerable para poder solicitar el bono social eléctrico, que puede suponer un descuento en la factura energética, en torno al 25-50% de la factura y que puede suponer una solución para muchos pensionistas tanto contributivos, como no contributivos con rentas bajas. Solicitarlo es algo complicado, por lo que debes tener en cuenta que para tener derecho a esta ayuda es necesario cumplir una serie de requisitos. El bono está pensado para atender las necesidades de tres tipos de consumidores: vulnerables, vulnerables severos y personas en riesgo de exclusión social.
Bajar la potencia y eliminar servicios extra
Los conceptos más importantes reflejados en la factura según los expertos son la potencia contratada, el consumo de cada factura y asegurarse de que no se tienen servicios extra contratados: "Aunque solo supongan 2 o 3 euros cada uno, estos servicios pueden condicionar, y mucho, el precio final de la factura", asegura Álvarez. La potencia es un concepto complejo, por lo que no siempre es conveniente modificarlo, pero debemos identificarlo para comprobar si hay margen de ahorro.
El término de potencia – que aparece como 2,2 kW 3,3 kW o 4,6 kW, por ejemplo– se calcula de la siguiente manera: (potencia contratada) x (días) x (precio de la potencia). "Aquí solamente nos interesa conocer el precio de la potencia. Pero lo más importante es detectar si estamos pagando precios abusivos, bajo el concepto “precio de la potencia”, explica Álvarez. Por ejemplo, para el año 2019, se ha mantenido el precio en 0,112750 €/kW/día. Si en la factura ésta tiene un precio superior, como por ejemplo 0,112 €/kW/día, existiría un margen de ahorro. La potencia se puede bajar desde 2018 de 0,1 KW en 0,1 kw. Cada Kw son 60€ de ahorro antes de aplicar el Impuesto eléctrico y el IVA, según calcula GestionFmailia.es, sin hacer ningún cambio de suministro.
Comprobar el precio del término de consumo
Un paso más allá sería buscar en la factura el concepto “consumo”, que aparece por kWh. El término de consumo se calcula de la siguiente manera: (consumo kWh) x (precio del consumo). Aquí interesa conocer el precio que se está pagando, ya que es donde se puede lograr un mayor ahorro. El precio medio en 2019 es de 0,1120845 €, así que es recomendable buscar de nuevo el precio y hacer los cálculos estimados. Igual que ocurría con la potencia, para las personas que tengan el kWh por encima de 0,12 el ahorro para un domicilio tipo con unos 3.500 kWh al año es de 20€ antes de impuestos, unos 30€ al año, sin Impuesto Eléctrico y el IVA, según cálculos de Gestión Familiar.
Los expertos recomiendan en este terreno, asegurarse de tener contratada la tarifa 2.0A o 2.0DHA. Ésta última supondría pagar aproximadamente 11 euros menos. Según Álvarez, con un gasto del 50% en cada período, el PVPC con discriminación horaria es mucho más barato que cualquier otra opción. A todas estas cifras deberíamos sumar los impuestos. Llegados a este punto, si realizan una comparativa con una factura en el mercado libre, el ahorro puede rondar los 150€ antes de impuestos".
Fuente: CNMC
Cuidado con los electrodomésticos
La nevera es el electrodoméstico que más consume en el domicilio. Por lo que los expertos recomiendan tener la nevera a 5 ºC y el congelador a -18 ºC, así como utilizar regltas con un botón de activación para evitar "consumos fantasma". Este término hace referencia a los aparatos que, en apariencia, están apagados, pero que al estar conectados a la corriente siguen encendidos, aunque a mínima potencia. Si los sumas todos, su consumo puede salir más caro de lo que crees. Tal y como expone la OCU, "apagar todo lo que se queda en stand-by (televisores, ordenadores, equipos de música...) significa ahorrar un 10% del consumo total".
Además, desde la Fundación Isadora Duncan recomiendan programar lavadoras y lavavajillas en las horas valle. Mucha gente no lo sabe, pero hay ciertas franjas horarias que aumentan considerablemente el precio de la luz, las cuales debes evitar para ahorrar en tu factura. En términos generales, suele ser siempre después de las comidas, por ejemplo, entre las 14:00 y las 17:00 horas de la tarde, y las 21:00 y las 22:00 horas de la noche. Lo mejor es poner la lavadora o el lavavajillas por la noche. La discriminación horaria ofrece descuento del 50% durante 14 horas al día (desde 2020, éstas son aproximadamente desde las 10 de la noche a las 12 del mediodía) y un recargo del 20% las 10 horas restantes. Además, la CNMC ofrece un simulador de factura eléctrica que puede hacer una recomiendación adaptada al propio consumo. Ya lo sabes todo, ahora hay que aplicarlo.