Agus Calvet
Consumo
Los últimos productos extranjeros que han llegado a los supermercados
Carnes de aves gigantes, snacks de insectos o ensaladas ‘oceánicas’ son las últimas propuestas
La globalidad llegó hace tiempo a los pasillos de nuestros supermercados e hipermercados. Ya todo el año podemos encontrar productos y, sobre todo, alimentos, procedentes de todo el mundo. Algunos se han instalado en nuestra compra habitual mientras que otros, por exóticos o muy alejados de nuestros gustos nacionales, aún intentan hacerse un hueco.
Carnes exóticas
Habituados a encontrar carne de ternera, de cerdo, de pollo y pavo, o incluso de caballo, ahora llega la de avestruz. Con la enfermedad de las ‘vacas locas’, hace más de dos décadas, comenzaron a instalarse granjas de estas aves africanas en nuestro país. Muchas de ellas ya cerraron, pero otras subsisten ofreciendo la carne de avestruz como delicatessen. Afirman que es más suave, nutritiva y con menos grasas que otros tipos de carne, y su sabor recuerda al de ternera.
Insectos
Habituales en las dietas de otras culturas y partes del mundo, los insectos tomaron protagonismo hace unos años cuando las Naciones Unidas, a través de su organismo para la alimentación y la agricultura (FAO), apostó por este tipo de alimento para combatir el hambre, llegando a ser considerado la alimentación del futuro.
Desde entonces se han hecho varias incursiones en los lineales de los súper e hipermercados, en especial con insectos secos preparados como aperitivo o snacks. Sin embargo, a pesar de ser una gran fuente de proteínas, fibras y minerales, de momento parece no pasa por ser una anécdota o algo muy exótico.
Algas
Estos ‘vegetales marinos’ se han popularizado gracias a la comida asiática, aunque en algunas zonas de costa de litoral español se llevan consumiendo, de diferentes formas, desde hace mucho tiempo.
Las algas ya no se limitan al sushi o a la ensalada china, sino que podemos encontrarlas frescas o deshidratadas en los súper en sus variedades agar-agar, nori, wakame o kombu, entre otras.
Sus beneficios son, además de un bajo contenido calórico, un increíble aporte de nutrientes esenciales, por lo que son recomendadas por la Fundación Española de la Nutrición. Pero, atención, no todas las algas son comestibles, como ocurre con las setas, por lo que es mejor no recolectarlas uno mismo si no se tienen conocimientos.
Sal que no es sal
Más que un producto exótico o procedente de nuestras antípodas, la sal sin sodio también ha llegado a nuestras tiendas como sustituto para las personas con problemas de hipertensión.
En realidad, la sal sin sodio no puede denominarse sal, ya que es un compuesto de cloruro de potasio que sustituye al cloruro de sodio, que es el compuesto químico de la sal común.
En este caso es recomendable consultar con nuestro médico o especialista el uso de esta sal sin sodio, ya que no está indicada en todos los casos de problemas de hipertensión.