Javier Anula
Economía familiar
Los 5 errores más comunes de los propietarios al vender una casa
En los últimos años el mercado inmobiliario ha cambiado muy rápidamente
La venta de tu casa puede ser uno de los momentos mas emocionantes y felices de tu vida. Una oportunidad para cambiar a una zona mejor, un cambio de ciudad o una ocasión para rentabilizar una inversión obteniendo un beneficio por la venta. En este sentido, muchos propietarios deciden poner a la venta un inmueble con el objetivo de negociar y cerrar la operación por su cuenta, sin ser conscientes de que pueden cometer errores que impidan que la transacción llegue a buen puerto.
La red de agencias inmobiliarias Remax, de hecho, afirma que los paticulares suelen cometer errores de manera recurrente y que vender una vivienda en un mercado tan competitivo como el actual es una operación muy compleja, sobre todo si el propietario aspira o necesita realizar la mejor venta posible.
En un estudio, la compañía resume los principales errores detectados por los más de 2.500 agentes inmobiliarios que tiene repartidos por todo el país, y entre los que encuentran no ser realistas en el precio, no destinar el tiempo suficiente a la venta y no tener en cuenta los gastos que supone vender una casa.
En los últimos años, el mercado inmobiliario ha cambiado muy rápidamente, provocando que las casas, terrenos o cualquier bien inmueble ya no se vendan tan fácilmente como antes.
Pero, aunque el mercado no esté en su mejor momento, esta tarea no es imposible. Por ello, tomando como referencia el reciente estudio de Remax, hoy te contamos cuáles son los 5 errores más comunes de los propietarios a la hora de vender una casa:
Los 5 errores más comunes al vender una casa
No ser realista
Se trata de uno de los fallos más frecuentes y más importantes. Según explica Remax, "todos los propietarios tienen sobrevalorado su inmueble por el mero hecho de ser suyo. Ha sido su hogar durante años, y éste está lleno de recuerdos y tiene alguna característica maravillosa que hizo que se enamorara de la casa cuando la compró. Sin embargo, eso hoy no importa nada. Ni lo que costó, ni lo que invirtió en arreglos. Ahora sólo importa su estado y sus características con respecto a los gustos y oferta actual".
Por ello, conviene informarse sobre la oferta en la zona, sus precios y características para tener una "visión realista y de mercado actual sobre qué buscan los compradores y qué precios están dispuestos a pagar".
No poner la casa en valor
"Es absolutamente imprescindible que el propietario prepare su casa para la venta y la presente de la mejor manera posible. Para conseguir más interesados y que estos no regateen el precio, deben poner la vivienda en valor presentando su mejor cara. Esto es, como mínimo, limpiar a fondo y ordenar; incluso retirar muebles innecesarios y, por supuesto, hacer fotografías (incluso vídeos) profesionales", explica el estudio de la red inmobiliaria.
En definitiva, se trata de poner a punto la vivienda para atraer el interés de los potenciales compradores, a través de lo que el sector denomina 'home staging'.
No analizar los costes de vender una vivienda
Vender una vivienda genera gastos, por lo que el dinero que pague el comprador va a ser beneficios para el vendedor. La red inmobiliaria recuerda que "hay inversiones que harán que el precio aumente y el tiempo de venta se reduzca. Por ello, es muy importante que el vendedor se asesore bien sobre las mejoras que le compensa ejecutar en la vivienda, de los gastos que éstas supondrán y de las cifras que van a suponer para no tener sustos y disgustos después".
No contar con el tiempo necesario
Preparar la vivienda, hacer las fotos y poner los anuncios son tan solo el principio de un proceso que requiere su tiempo. "Una vivienda con precio de mercado justo y atractivamente presentada, debería suponer muchos contactos las dos primeras semanas a la venta. Lo normal es que, si el propietario vive en la casa y además tienes un trabajo, no disponga de mucho tiempo para preparar la vivienda, gestionar las visitas, atenderlas, hacerles seguimiento después… Y esto dificultará la venta", sostiene Remax.
Hacer de la negociación una cuestión personal
Otro de los errores más habituales es llevarse la negociación al terreno personal y no ser capaz de separar lo emocional o gestionar con serenidad las quejas y problemas de los compradores.
"El comprador que hace una oferta no tiene ningún interés en molestar al vendedor. Conoce el mercado, tiene una capacidad financiera concreta y en base a ello hará una propuesta. Esta propuesta, sin embargo, puede no gustar, incluso no interesar al vendedor, pero nunca éste se lo debe tomar como una ofensa. El vendedor debe de ser muy consciente de que su vivienda ha pasado a ser un producto impersonal en el mercado, y debe asumir que el comprador destacará sus peros y problemas para ajustar el precio lo máximo posible, como es lógico", concluye Remax.