Ahorrar puede llegar a ser tan difícil como bajar unos kilos de peso. E igual que se puede decir aquello de ‘me sobra mes en este sueldo’, también se puede decir ‘me falta pantalón en estos kilos’. La comparación no puede ser más oportuna, si tenemos en cuenta que un método para perder peso ha dado el salto al mundo de las finanzas personas para ayudarnos a ahorrar. Hablamos del ayuno intermitente.
Antes de nada, ¿en qué consiste el ayuno intermitente?
En el ámbito de la alimentación, el ayuno intermitente implica abstenerse de comer, total o parciamente, durante un tiempo determinado, antes de volver a comer normalmente. Hay muchas modalidades para practicar el ayuno intermitente. Por ejemplo, hay quien no come durante 12 horas al día, por ejemplo, de siete de la tarde hasta las 7 de la mañana del día siguiente. Hay quien amplía este ayuno a 14 horas. También se puede hacer ayuno por días. Es decir, comer regularmente cinco días a la semana y ayunar dos, siempre alternos. Sin entrar en debates acerca de si es saludable este método tan de moda, sus seguidores aseguran que el ayuno intermitente es efectivo y más sencillo de mantener que una dieta tradicional con control de calorías.
¿Cómo se traslada el ayuno intermitente a las finanzas?
Se llama ayuno financiero y consiste en un reto de ahorro en 21 días, para poner en orden las finanzas. Su creadora es la columnista de Washington Post y asesora financiera, Michelle Singletary. En su libro 'The 21-Day Financial Fast: Your Path to Financial Peace and Freedom', describe el ayuno financiero como una especie de dieta económica que promete acabar con los malos hábitos de gasto, crear un plan para liberarse de las deudas y ponerse en un mejor rumbo financiero para el futuro. Se trata un método de ahorro agresivo, pero muy de moda ahora mismo en Estados Unidos.
Se trata de no gastar nada en absoluto durante 21 días. Nada que no tenga que ver con la supervivencia o con los gastos necesarios para vivir: como comprar comida, la hipoteca o el alqulier y cosas así. Pero nada de caprichos, nada de comer fuera de casa, nada de compras por Internet, nada de cañas ni el cafelito en la calle antes de llegar a oficina. Durante 21 días, nada.
Las normas de este reto del ahorro
Según recoge Michelle Singletary en su libro, las normas de este ayuno financiero son pocas y muy sencillas, pero se deben cumplir a rajatabla. No se pueden hacer cambios ni excepciones, o el reto del ahorro no será efectivo. Son las siguientes:
21 días. Este reto de ayuno financiero debe realizarse durante tres semanas. Es el tiempo estimado para que resulte razonable para recortar todos los gastos. Menos, no sería efectivo, y más, resultaría agotador y sería difícil de cumplir.
Gastos en lo necesario para vivir. Durante esas tres semanas no se puede realizar ninguna compra. Nada en absoluto que no sea estrictametne necesario para vivir. Es decir, solo se puede gastar en alimentación y alojamiento. Pero, ¡ojo!, que aquí no se pueden hacer trampas: pasar una noche en un hotelito rural no vale como alojamiento, y en alimentación no valen caprichos ni cenas fuera de casa.
Pagar en efectivo. Usar dinero en efectivo nos hace más conscientes del gasto. Por eso la creadora de esta fórmula de ahorro recomienda usar solo efectivo durante los 21 días que dura el reto. Las monedas y los billetes son un recordatorio visual del gasto.
Llevar un registro de gastos. A modo de diario, hay que ir consignando de forma detallada todo lo que gastamos.
Reorganizar las finanzas
La creadora de esta técnica de ahorro asegura que es posible reorganizar las finanzas en menos de un mes. En realidad, lo que Singletary explica en su libro, no es que en 21 días vayamos a cambiar nuestras finanzas personales por completo. Pero sí se consiguen dos objetivos. En primer lugar, en 21 días sin gastar nada que no sea estrictamente necesario conseguiremos un ahorro importante y reunir dinero en poco tiempo. Por eso, la autora lo recomienda para periodos de cortos tras épocas de mucho gasto, como pueden ser las navidades o las vacaciones.
Pero, en segundo lugar, y en realidad esto es lo más importante, el verdadero objetivo de este método de ahorro es ayudarnos a romper los peores hábitos de gasto que todos tenemos. Ver que durante 21 días hemos prescindido de algunos gastos que solemos tener habitualmente, sin que pase nada grave, y consultar el diario de gastos de esos 21 días, puede ser una motivación para erradicar gastos innecesarios e identificar los desencadenantes del gasto superfluo y prescindible.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.