El próximo martes día 29 de marzo, el Gobierno aprobará el Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas a la guerra que, tal y como ha confirmado Pedro Sánchez, incluirá rebajas de impuestos. Previamente, el 24 y 25 de marzo se celebrará la reunión del Consejo Europeo, que podría dar el visto bueno al desacople del precio del gas del mercado eléctrico.
Llenar el depósito se acerca peligrosamente a los 100 euros. Desde que comenzara la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el pasado 24 de febrero, el precio del petróleo se ha disparado instalándose por encima de los 110 dólares el barril. Por momentos, ha llegado a superar los 130 dólares. Casi el 50% de la gasolina de los surtidores, y el 45% en el caso del gasóleo, son impuestos.
Pese a que el Presidente del Gobierno no ha dado más pistas de la rebaja impositiva ni del resto de medidas con la que prevé aliviar la factura energética de ciudadanos y los sectores productivos más afectados, analizamos, en 10 claves, qué margen tienen y por dónde podrían pasar las medidas.
1. IVA al 10%
La primera vía fiscal para rebajar el precio de los carburantes es bajar el IVA, actualmente en el 21%, hasta el 10%. Ahora bien, para esto, España necesitaría el permiso de Europa. Ni la gasolina ni el gasóleo forman parte del listado de bienes a los que los gobiernos pueden aplicar tipos reducidos en este impuesto, por lo que habría que esperar a que Bruselas de su brazo a torcer. Los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, ven poco viable esta rebaja, teniendo en cuenta su "enorme coste" asociado. Con una opinión comletamente contraria, el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), asegura que “se tiene que impulsar un IVA superreducido, de forma temporal, para los carburantes”.
2. Impuesto de hidrocarburos, al mínimo europeo
Junto al IVA, el otro gran impuesto que grava los carburantes es el Impuesto especial sobre los hidrocarburos. Se trata de una cuota fija que se aplica a cada litro de combustible. En estos momentos, para la gasolina sin plomo de 97 octanos o superior el impuesto alcanza los 431,92 euros, o 43 céntimos de euro por litro. Para las demás gasolinas sin plomo, como la de 95 octanos, Hacienda recauda 400,69 euros por cada 1.000 litros, es decir, 40 céntimos por litro. Por último, en el caso del gasóleo de automoción, el impusto alcanza los 307 euros por cada 1.000 litros o, lo que es lo mismo, 31 céntimos por cada litro.
Ahora bien, existe una directiva comunitaria que establece unos límites. De manera que el Gobierno solo podría bajar este impuesto hasta el mínimo establecido por Bruselas. El gravamen de la gasolina podría bajar de 40 céntimos el litro a 36 céntimos el litro. En el caso del gasoil el margen es más estrecho. Frente a los 307 euros de España, la directiva comunitaria fija el mínimo en 302 euros por cada 1.000 litros, es decir, 30 céntimos.
“Se trata de la opción más factible” explican a 65YMÁS analistas consultados, aunque es un recorte limitado. “Por sí solo, sería insuficiente”, añaden.
3. Solo para transportistas y agricultores
Más allá del margen que tiene el Gobierno respecto al impuesto de hidrocarburos, que no es muy amplio, Hacienda podría poner el foco en que la rebaja sea para los sectores más afectados, como los transportistas y los agricultores.
Ahora mismo los transportistas ya tributan al mínimo europeo de 33 céntimos por litro. La medida podría articularse mediante devoluciones del impuesto a estos colectivos. Los técnicos del Ministerio de Hacienda, Gestha, consideran que sí hay margen para aumentar la devolución del gasóleo bonificado empleado en la agricultura y ganadería.
4. Rebaja más allá del mínimo
Existe otra opción y es que el Gobierno baje el impuesto de hidrocarburos más allá del umbral mínimo establecido por la Comisión Europea. Tendría que negociarlo en Europa, eso sí. Atravesamos una situación extraordinaria y Bruselas podría estar dispuesto a abrir la mano con medidas excepcionales para rebajar los precios energéticos.
5. Descuentos directos sufragados con dinero público
Para evitar tocar la fiscalidad, sobre la que Europa tiene normativa de aplicación para los Veintesiete, existe la posibilidad de que el Estado sufrague con dinero público parte de la factura.
No en vano, Unidas Podemos ha propuesto crear un bono energético de 300 euros para las familias que estén acogidas a la tarifa regulada de electricidad, que son unos 19 millones de familias, lo que tendría un coste de 5.700 millones de euros.
Algunos países europeos han adoptado medidas similares. Francia pagará un cheque de 100 euros a los franceses que ganen menos de 2.000 euros netos al mes (unos 38 millones de personas) y, además, ha anunciado un descuento de 15 céntimos por litro de gasolina, que pagará con dinero público. Alemania estaría estudiando medidas similares.
6. Impuesto sobre ventas minoristas
Aunque sea insignificante si lo comparamos con el IVA y con el de hidrocarburos, gasolina y diésel también está gravado con el denominado impuesto sobre ventas minoristas. En su origen era estatal, pero ahora está cedido a las Comunidades Autónomas. La rebaja sería pequeña, pero es otra opción de donde arañar unos céntimos a la factura.
7. Factura del gas
Del lado de la electricidad, el Gobierno considera que tiene los deberes hechos. Ya ha ampliado hasta el 30 de junio el tipo reducido del IVA al 10%, así como la suspensión del Impuesto al Valor de la Producción de Electricidad y la rebaja del Impuesto Especial sobre la Electricidad del 5% al 0,5%. Sin embargo, la factura del gas sigue gravada con un 21% de IVA.
Esquerra Republicana ha registrado una proposición no de ley en la que pide al Gobierno rebajar al 10% el IVA aplicado sobre la factura del gas para los hogares vulnerables.
8. Butano
Y si hablamos de precios energéticos disparados, no hay que olvidar la bombona de butano. En estos momentos cuesta un 33,5% más que hace un año. Desde este martes, su precio ha subido un 4,96%, situándose así la bombona de 12,5 kg en los 18,63 euros. Se trata de un nuevo máximo histórico. Facua-Consumidores en Acción pide al Gobierno que modifique los instrumentos de cálculo en la revisión de tarifas, a fin de que “aseguren la protección de los intereses económicos de los consumidores”. Se trata de un combustible que no está liberalizado y cuyos precios máximos son actualizados de manera bimensual.
9. Bono social térmico
Durante su entrevista en La Sexta, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez insitía este pasado lunes en la necesidad de buscar el consenso en torno a las medidas para "amortiguar" las consecuencias de la guerra y proteger a los colectivos más vulnerables. En este sentido su Plan Nacional podría introducir también cambios en el bono social térmico, la ayuda que reciben los consumidores más vulnerables y las familias numerosas y en su modelo de financiación.
Ya en octubre del año pasado, y para compensar la subida de precios, el Gobierno aprobó una mejora de este este bono con cargo a los Presupuestos Generales.
10. Carácter temporal
Sea como sea, ya sea el IVA, el impuesto de hidrocarburos, devoluciones subvencionadas para los sectores más afectados o cheques de dinero público, hay consenso en torno a que serán medidas extraordinarias con carácter temporal. El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha abogado por que la política fiscal nacional actúe "de forma muy granular y focalizada" en hogares, empresas y sectores afectados. Incluso representantes de estos sectores, como la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) y la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees) han instado al Gobierno por que la reducción de los impuestos y tasas que soportan los carburantes, sea temporal y extraordinaria, pero urgente.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.