La donación en vida es una alternativa a la herencia a la hora de traspasar bienes a terceros. El Código Civil español la define como “un acto de liberalidad por el cual una persona dispone gratuitamente de una cosa en favor de otra, que la acepta”. Mucha gente prefiere hacer la donación de parte de sus bienes en vida, y no esperan a que estos pasen a manos de sus herederos cuando mueran.
Entre los motivos hay algunos obvios, como el hecho de poder ayudar económicamente a sus familiares justo en el momento en que lo necesitan. Otros simplemente quieren dejar las cosas claras y evitar los problemas que a veces dejan los testamentos y las herencias entre sus beneficiarios. En este sentido, en el momento de hacer la donación, uno sabe a qué atenerse en cuanto a la fiscalidad aplicable, mientras que en el momento de hacerse efectiva la herencia, la tributación puede haber sufrido modificaciones.
Lógicamente, la persona que dona tiene que mantener su capacidad de discernimiento, así como la de disponer de sus bienes.
Para valorar si es mejor donar o dejar en herencia, también hay que tener en cuenta que, mientras que en un herencia solamente hay que liquidar el impuesto de sucesiones y donaciones (y el de plusvalía municipal, si se trata de un inmueble), la donación implica pagar una serie de impuestos como de sucesiones y donaciones (y el de plusvalía municipal, si se trata de un inmueble) y el IRPF de la ganancia generada. En otras palabras, las donaciones se pagan.
En el caso de que la donación no sean bienes inmuebles, como por ejemplo, dinero, fondos de inversión o acciones, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aclara que habrá que pagar el impuesto de sucesiones y donaciones, aplicando la normativa de la comunidad correspondiente.
El peligro de no tributar
No presentar el impuesto es un riesgo innecesario, ya que, si Hacienda descubre que tienes una cantidad de dinero que no puedes acreditar, considerará que existe una ganancia de patrimonio no justificada, y exigirá "tributar en IRPF al tipo marginal (que puede llegar al 56% en algunas comunidades), más la sanción correspondiente".
Por otro lado, en muchas comunidades los importes a pagar por donaciones de ascendientes a descendientes son bajas, ya que están bonificadas. En este sentido, para poder aplicar las bonificaciones habrá que hacer lo siguiente:
Presentar la declaración del impuesto dentro del plazo legal, que es solo de 30 días hábiles desde la donación.
Formalizar las donaciones de dinero en documento público, asegurándose de que conste y esté debidamente justificado el origen de los fondos donados.
La OCU aclara que las entidades bancarias solo tienen la obligación de informar de movimientos superiores a 3.000 euros, pero no quiere decir que la cantidad inferior no haya que declararla.
¿Cómo se declara una donación?
Como explicábamos anteriormente, quien recibe la donación tiene que pagar el impuesto en un plazo de 30 días, y en caso de donar en efectivo "no se genera ninguna ganancia en el IRPF del donante".
Por otro lado, si se donan acciones, fondos de inversión o inmuebles, quien dona debe tributar en el IRPF si la donación genera una ganancia.
Cinco consejos para que donar sea "un regalo"
Ahora que ya sabemos todo lo que implica la donación, la OCU ha compartido cinco consejos para que donar sea fiscalmente "un regalo".
1. El primero de todos es el lugar de residencia: en algunas comunidades la herencia entre padres e hijos prácticamente no se tributa, por lo que es recomendable enterarse de si es mejor esperar a la herencia.
2. Por otro lado, a la hora de donar, es mejor optar por los que no acumulen ganancias de patrimonio, como, por ejemplo, donar dinero en efectivo mejor que un inmueble.
3. Relacionado con lo anterior, no dones nunca bienes con pérdidas.
4. En caso de que te mudes a otra comunidad y vayas a recibir una donación, si resides allí "menos de dos años y medio te aplicarán la normativa de tu comunidad de procedencia y solo si superas ese periodo, te aplicarán la de la comunidad de destino".
5. En aquellas comunidades sin ventajas para donaciones elevadas, lo mejor es "fraccionar las donaciones con un intervalo de al menos tres años y un día entre cada una de ellas, pues así se consigue reducir el tipo de gravamen aplicable".
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.