Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEl testamento es la forma que tiene una persona de disponer de sus bienes tras su fallecimiento. Este documento permite determinar, de acuerdo con su última voluntad, quién será el propietario o beneficiario de los mismos.
Es importante hacer testamento antes de que sobrevenga cualquier enfermedad o accidente, porque si no existe, la ley decidirá por nosotros sobre el destino de nuestros bienes.
Hacer testamento no es un proceso complicado. Se trata de un documento trascendente, pero también sencillo y más económico de lo que podemos pensar. Todos podemos asesorarnos sin ningún tipo de compromiso en cualquiera de los 3.000 notarios existentes en España. Tras conocer la voluntad del testador, el notario informa de la legalidad vigente a nivel nacional y autonómico y asesora de manera imparcial para adecuar la voluntad de testadod a la ley, lo que evita muchas situaciones y conflictos familiares tras el fallecimiento de la persona.
La opción más recomendable, segura y cómoda es hacer un testamento abierto, que pese a denominarse abierto, su contenido es secreto, porque hasta el momento del fallecimiento del testador, nadie puede acceder a su contenido. Para hacer un testamento solo es necesario acudir con el DNI al notario para dejar por escrito nuestra voluntad. El notario lo redactará por escrito reflejando con claridad el lugar, la fecha y la hora en que se ha otorgado, sin que se necesite la presencia de testigos, salvo en casos determinados (cuando el testador es invidente, si no sabe o no puede firmar, o no puede leer por sí mismo el testamento, etc.).
Aunque un testamento notarial no tiene un precio fijo, ya que depende de su contenido y extensión, su precio más habitual puede estar sobre los 50 euros, tal y como indica el Consejo General del Notariado. Además, puedes actualizar el testamento o modificarlo las veces que necesites, ya que el testamento es revocable, es decir, puede cambiarse las veces que se desee en cualquier momento.
En el testamento no es obligatorio especificar en qué bienes se concreta la parte de cada uno de los herederos. Pero hay que respetar los mínimos: la parte legítima, que corresponde a los descendientes, ascendientes y cónyuge; la parte de mejora es el tercio que se utiliza para mejorar la herencia de uno o todos los herederos legítimos (existen particularidades por Comunidades Autónomas); y por último, el tercio de libre disposición que se puede distribuir libremente.
También es posible hacer un testamento ológrafo escrito en su totalidad de puño y letra y firmado por el testador. Se puede hacer sin salir de casa, en cualquier momento y es gratis, pero que el documento sea reconocido como oficial puede tener un coste de cientos de euros.
De forma que al redactar un testamento ante notario, evitamos un gran número de papeleo y gastos a los herederos.