María Liébana
Economía familiar
¿Cómo se reparte una herencia?
El testamento evita conflictos y no debemos confundir aceptación con reparto
Si de por si la muerte de un familiar o allegado supone un trance desagradable, a la dura situación emocional se le suman un sinfín de trámites más que tediosos. En lo que a economía se refiere, el reparto de la herencia es sin duda el más importante.
Pero si vamos a hablar de herencia, es esencial tener clara la diferencia entre los conceptos “aceptación” y “reparto”. Y es que, aunque a menudo se utilizan como sinónimos, no lo son.
Mediante la aceptación de la herencia, el heredero entra a formar parte del caudal hereditario (bienes y deudas) pero no podrá disponer de él. Mientras que, con el reparto de la herencia, se liquidan las deudas de la herencia y se reparte la titularidad exclusiva de los bienes entre los herederos. Para hacer el reparto es imprescindible que la herencia haya sido aceptada por los herederos o, en su caso, se haya procedido a la renuncia. Habitualmente, aceptación y reparto se realizan en el mismo acto.
¿Cómo se divide una herencia?
Según el Código Civil, en su artículo 659, «una herencia son todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona que no se extinguen por su muerte», y se divide en tres partes iguales: la legítima, la mejora y la libre disposición.
- La legítima: es el tercio del total de los bienes que la legislación española blinda para que se divida, a partes iguales, entre los descendientes directos del fallecido, que generalmente son los hijos. Si uno de ellos hubiese fallecido, su parte la recibirán sus descendientes. Este tercio es intocable, salvo en los casos excepcionales en los que se puede desheredar a un hijo.
- La mejora: este tercio también va destinado a los descendientes, pero puede ser repartido según la voluntad del fallecido.
- La libre disposición: la persona que deja la herencia puede escoger con plena libertad a quién destinar este tercio de sus bienes.
El testamento
Aunque no es obligatorio, los expertos recomiendan que se haga testamento, no solo para que la persona que deja la herencia se asegure de que se cumpla su voluntad, sino porque de lo contrario, es fácil que surjan conflictos.
Como hemos explicado, en los tercios de la mejora y libre disposición hay cierto margen a la hora de escoger el destino de los bienes. Y para no llevar a equívocos está el testamento, que a través de una escritura pública que se firma ante notario, permite que el testador pueda indicar cómo quiere que se repartan sus bienes.
Una persona puede hacer todos los testamentos que quiera, pero solo el último será válido. El documento se guarda en la propia notaría en la que se hizo durante un periodo de 25 años y luego en el archivo notarial que corresponda.
Son los propios interesados los que tendrán que solicitar el testamento tras el fallecimiento de la persona. También conviene tener presente que las herencias están sujetas al impuesto de sucesiones y que, por tanto, cada heredero tendrá que declarar a Hacienda (@Haciendagob) lo percibido y tributar por ello.
¿Cómo se reparte una herencia?
A la hora de repartir una herencia podemos encontrar tres distintos escenarios: con testamento, sin testamento o con contador partidor.
- Reparto de herencia con testamento
En el testamento, puede que se haya especificado el reparto de los bienes entre los herederos, o que solo se haya nombrado quiénes son esos herederos sin haber indicado el reparto. En cualquier caso, el testador deberá respetar la legítima.
Si el testador ha dejado repartido sus bienes entre los herederos, se tiene que respetar su voluntad. Si por el contrario, el testador se limita a nombrar a sus herederos, pero no señala el reparto, los herederos deberán efectuar dicho reparto mediante un cuaderno particional.
Además, aquí también entraría en juego el legado, que se refiere a un bien concreto que el testador deja a una persona determinada.
- Reparto de herencia sin testamento
Cuando el fallecido no ha dejado testamento, los bienes se repartirán entre los herederos legítimos (descendientes, ascendentes y cónyuge) de manera igualitaria, también mediante un cuaderno particional.
¿Qué ocurre cuándo no hay acuerdo en la repartición de una herencia?
A falta de acuerdo de los herederos para el reparto de la herencia, habrá que acudir a la división judicial de la herencia.