Economía familiar
La cruda realidad de las mujeres mayores de 45 años en paro: encontrar trabajo es misión imposible
Muchas trabajadoras que perdieron su empleo durante la pandemia, aún no lo han recuperado
Los 45 años parecen una edad óptima para alcanzar la madurez profesional, un buen curriculum y un buen puesto laboral. Sin embargo, la cruda realidad es que los trabajadores que superan esta edad representan casi la mitad de los desempleados de nuestro país, muchos de ellos de larga duración. Una cifra protagonizada especialmente por mujeres, que se agrava una vez pasados los 55 años y que ha sufrido un nuevo giro durante la pandemia.
En la actualidad, son muchas las mujeres mayores de 45 años que perdieron su empleo en pandemia y aún no han logrado reengancharse al mercado laboral. “Es fundamental dotarlas de los recursos necesarios para conectar con los nichos de empleo emergentes, evitando así la cronificación de su desempleo y la exclusión social”, señala Begoña Bravo, responsable del plan de Integración de la Fundación Adecco (@fund_adecco).
El 61% de las desempleadas senior llevan más de un año sin encontrar trabajo
Y es que la trabajadora sénior afronta una doble barrera: ser mayor – y mujer, por lo que tiene más posibilidades de perder el trabajo y luego tardará más en recuperarlo a medida que cumpla años. Según el informe #TuEdadEsUnTesoro de la Fundación Adecco, esta realidad dispara el desempleo de larga duración hasta el 61% en el caso de las mujeres mayores de 45 años, frente a los 51% de los hombres. Datos que coinciden con un reciente estudio de la Asociación de Agencias de Empleo (@Asempleo_), que señala que la brecha de género en este ámbito se comienza a percibir a partir de los 40 años de edad, coincidiendo con el momento de la maternidad".
Una realidad que lleva años denunciando la experta en Age Managment Laura Rosillo (@laurarosillo), quien apunta los trabajadores mayores de 50 años tienen mayor riesgo de exclusión ya que se enfrentan a prejuicios sociales y culturales que frenan su inclusión laboral, especialmente en el caso de las mujeres. Pero es que además recuerda que durante la Covid se ha aumentado el edadismo laboral. "Los mayores de 55 años han pasado de representar la nueva madurez a ser un colectivo vulnerable al coronavirus, por lo que muchas empresas han tenido más miedo a reincorporar a personas maduras".
Menos vida laboral y menos reconocimiento
Tal como explican los expertos la mujer afronta un estigma que le acompaña durante toda su vida activa: su carrera profesional tiene un menor reconocimiento social y, a menudo, es la primera en retirarse del empleo cuando la situación familiar lo requiere. Por su parte, hombres mayores de 45 años también encuentran dificultades, pero suelen tener experiencias laborales más recientes en el tiempo, suelen provenir de sectores y profesiones tradicionalmente masculinizadas (oficios, industria, automoción, etc.). Sin embargo, las mujeres afrontan la búsqueda de trabajo tras largos periodos de inactividad, principalmente como consecuencia de una disminución de sus responsabilidades familiares o debido a que su cónyuge ha perdido el trabajo y deciden buscar empleo para apoyar a una economía doméstica resentida, según el informe #TuEdadEsUnTesoro.
Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “las mujeres sénior son las más expuestas al paro de larga duración y, por tanto, a la exclusión social. Los prejuicios y estereotipos sociales relacionados con su obsolescencia profesional, unidos a la digitalización del mercado laboral, tienden a apartarlas de los procesos de selección, presuponiendo que sus competencias están desfasadas. Urge el impulso de políticas activas de empleo que pongan el foco en los nichos de empleo emergentes y permitan una transición equilibrada a la digitalización, no solo de las mujeres mayores de 55 años, sino también de otras cuyo desempleo tiende a cronificarse como aquellas con discapacidad o responsabilidades familiares no compartidas”.
Más de 13 años con más de un millón de parados de larga duración
Los datos del estudio sobre paro de larga duración de Asempleo muestran que cuanto más tiempo permanece una persona desempleada, más difícil le resulta reincorporarse al mercado laboral. Así, en el primer trimestre de este año, un desempleado que llevara en paro menos de un año tuvo casi tres veces más probabilidades de encontrar un empleo que un parado de larga duración. Según Asempleo, para los trabajadores que llevan más de un año en paro, los contratos temporales "actúan como un trampolín hacia la ocupación, al minimizar los riesgos que afrontan los empleadores cuando contratan a una persona que lleva tanto tiempo sin trabajar".
Actualmente, España cuenta con 1,5 millones de parados de larga duración y ya encadena 13 años con más de un millón de personas en esta situación. La alta tasa de paro de larga duración en nuestro país evidencia las dificultades que mucha gente tiene a la hora de encontrar trabajo. Pese a que el mercado laboral ha experimentado dos grandes momentos de creación de empleo en los últimos 13 años (el periodo 2014-2019 posterior a la crisis financiera y el periodo 2021-2022 posterior a la pandemia), el colectivo de parados de larga duración sigue superando el millón de personas.
Otro factor relevante que determina la empleabilidad de los parados es su nivel formativo. Así, a mayor formación, menor probabilidad de permanecer desempleado durante más de un año, según el estudio 'El paro de larga duración: reto pendiente del mercado laboral de Asempleo. "Esto pone de manifiesto la importancia de la formación a lo largo de la vida laboral, algo fundamental para las personas mayores, que les permita actualizar sus competencias a las nuevas demandas del mercado, que cambian a gran velocidad como consecuencia del proceso de transformación digital", remarca el estudio.
