Cualquier persona cuya hipoteca tenga un tipo de interés de más del 2% conseguirá ahorrar si cambia de hipoteca. En plena lucha de las entidades por captación de crédito hipotcario y con los tipos de interés cercanos a cero, va a encontrar mejores condiciones que las que ahora tiene. Cambiar de hipoteca no solo permite ahorrar en intereses, también permite cambiar las condiciones del préstamos, en cuanto a su duración, comisiones, productos asociados, entre otros.
Existen dos fórmulas para decir adiós al viejo préstamo y contratar uno nuevo: la subrogación de la hipoteca y la cancelación total de la que tenemos y contratación de una nueva.
Subrogación de hipoteca
Subrogar una hipoteca, cuyo nombre técnico es subrogación de acreedor, permite trasladar un préstamo hipotecario de una entidad a otra sin necesidad de cancelarlo, lo que, evita algunos gastos y comisiones (apertura o cancelación, por ejemplo). Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el pasado mes de enero (aún no tenemos más datos de este 2021), la subrogación creció un 234,7% respecto al año anterior. Casi 3.000 personas (2.979) decidieron llevarse su hipoteca a otro banco.
La subrogación de hipotecas, por ley, permite modificar dos aspectos del crédito que se traslada, siempre y cuando así lo ofrezca en nuevo banco: el precio y el plazo. Así, a través de una subrogación se puede reducir el tipo de interés aplicado, pasar de interestipo de interés variable a fijo o viceversa, suprimir productos asociados a la hipoteca, como lo seguros, elimiar comisiones, así como ampliar o reducir el periodo de devolución.
Como explican desde el comparador financiero HelpMyCash, en la mayor parte de los casos, la subrogación se realiza para modificar el interés. Son muchos los hipotecados que tienen su préstamo con un tipo de interés muy por encima del que ahora mismo están ofreciendo los bancos. Gracias a la subrogación, consiguen pagar una cuotas más pequeñas cada mes.
Cancelación de hipoteca y contratar una nueva o subrogación
La otra opción para cambiar de banco y de hipoteca es cancelar el préstamo hipotecario que tenemos vigente y contratar uno uno nuevo, en una nueva entidad. En este caso hay una serie de gastos asociados, como la comisión por amortización anticipada y cancelación, si las hay, la cancelación registral, la tasación y comisión de apertura, aunque cada vez son menos las entidades que incluyen esta comisión.
A priori esta opción es más cara que la subrogación por todos estos gastos y trámites, aunque conviene echar cuentas. Aún así, y con estos gastos, es posible que esta opción resulte más rentable que continuar con el viejo préstamo.
HelpMyCash destaca que ahora mismo hay algunas entidades que están absorbiendo estos gastos y se ofrecen a asumirlos todos o una parte. Y la parte que le corresponde al cliente se incluyen dentro del capital a devolver.