La factura de la luz subirá en abril, pero no tanto como el 4% pronosticado en octubre, cuando el Gobierno de Sánchez decidió aprobar el Real Decreto-Ley para suspender el impuesto del 7% a la generación eléctrica, aprobado en 2012 por el Partido Popular, ante los incrementos de los recibos en verano.
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha estimado que el fin de la suspensión temporal a partir del próximo mes de abril puede suponer un alza de entre "2 o tres puntos porcentuales", lo que representará un encarecimiento en el recibo de la luz en los hogares de "entre un 0,5 y 1 euro".
"La razón por la que descartamos acometer una reforma en profundidad de toda la fiscalidad del sistema energético es porque no tenemos tiempo para hacerlo, y prorrogarlo supondría un decreto ley que debería ser inmediatamente convalidado por el Congreso. Y visto lo que hemos visto y lo que hemos escuchado, no tengo claro que no nos acusen de electoralistas y haya grupos políticos en el Congreso que voten en contra de esa convalidación", dijo.
Prohibir los cortes de suministro en épocas de ola de frío
Por otra parte, la titular de Transición Ecológica indicó que la Estrategia de Pobreza Energética que pretende sacar adelante antes de que expire la legislatura recogerá la prohibición de los cortes de suministro energético cuando haya olas de frío.
"Pensamos que eso es importante, que haya unas garantías de servicios mínimos, servicios mínimos vitales que deben proteger a los consumidores en los periodos más duros del invierno", dijo. En este caso de la Estrategia de Pobreza Energética, cuyo periodo de consulta pública del documento finaliza este miércoles, Ribera sí que mostró su confianza en que contará con "un consenso importante".
El Gobierno estima que esta situación afecta a entre 3,5 y 8 millones de personas en el país. Según la Asociación de Ciencias Ambientales, en los hogares unipersonales es en los que hay una mayor incidencia de pobreza energética, en especial los que están compuestos por personas mayores de 65 años (alrededor del 20% de la población de Madrid).