Toni Esteve
Economía familiar
Entiende el extracto de tu cuenta bancaria
Existen diferentes tipos de cuentas: a la vista, a plazo y las remuneradas
Hace tiempo que dejamos de guardar nuestro dinero debajo de una baldosa de casa. No solo es más seguro ingresarlo en un banco, sino que tenerlo en una cuenta bancaria te permite domiciliar pagos, solicitar créditos e, incluso, obtener alguna rentabilidad
Existen diferentes tipos de cuentas: a la vista (el titular de la cuenta puede retirar parte o la totalidad de su dinero en cualquier momento sin ninguna penalización), a plazo, las remuneradas, etc. Las cuentas a plazo son aquellas en las que el dinero queda comprometido durante un plazo fijo, a cambio de un tipo de interés mayor que en las cuentas a la vista. El banco suele cobrar una penalización por retirar el dinero antes del tiempo contratado. Por su parte, las remuneradas ofrecen un interés superior al habitual y permiten disponer del dinero en cualquier momento, pero pueden tener algunas restricciones como no permitir la domiciliación de nóminas, pago de recibos, etc.
Cuentas corrientes y de ahorro
El servicio financiero más básico que ofrecen los bancos y cajas es la cuenta bancaria a la vista, que puede ser corriente o de ahorro. La principal diferencia entre ambas es que en la cuenta corriente se puede disponer de los fondos mediante cheques y en la cuenta de ahorro se utiliza una libreta. Son prácticamente idénticas en lo demás: ingresos, pagos, domiciliaciones de recibos, transferencias, retiro de dinero mediante cajeros automáticos, amortizaciones de los préstamos recibidos, aportaciones a los planes de pensiones, etc.
La gran ventaja de este tipo de cuenta es que nos permite tener nuestro dinero siempre disponible y nos facilita la operativa financiera diaria; la clara desventaja es que los intereses son bajos e incluso pueden verse superados por las comisiones que nos cobra el banco por el mantenimiento y administración de la cuenta, las domiciliaciones de recibos, las transferencias, el uso de cajeros automáticos ajenos al banco, etc. Aunque hay entidades que, a cambio de domiciliar la nómina, no cobran comisiones o son más reducidas.
El extracto bancario
Las entidades de crédito deben remitirte el extracto de tu cuenta bancaria periódicamente. Ese extracto debe contener la siguiente información:
·El CCC. Significa Código Cuenta Cliente. Es un conjunto de 20 dígitos numéricos que corresponden a los siguientes datos:
- Entidad: Los primeros cuatro dígitos, que identifican al banco o caja.
- Oficina: Los cuatro dígitos que indican el código de la oficina concreta donde mantiene la cuenta el cliente.
- DC: Son los dos dígitos de control.
- Número de cuenta: Lo forman los 10 últimos dígitos del CCC.
·El saldo inicial: Es el saldo previo a las operaciones que se le detallan, que coincide con el saldo final del extracto anterior.
·La fecha de movimiento: Es aquella en la que el banco anota el movimiento en su cuenta. No siempre coincide con la fecha valor, que es aquella a partir de la cual los abonos empiezan a generar intereses y los cargos dejan de hacerlo.
·El concepto de la operación: Retiradas de dinero, ingresos de nóminas, comisiones cobradas, recibos domiciliados, pago mensual de la tarjeta de crédito, intereses pagados, etc.
·El importe: Algunas entidades presentan los cargos y los abonos en columnas separadas, pero otras reflejan todos los movimientos en una sola columna diferenciándolos con su signo (positivo o negativo).
·El saldo final: Es el resultado de sumar al saldo inicial los abonos del período y restar los cargos producidos en él. Normalmente el saldo final es el saldo disponible, pero este puede ser menor porque se haya retenido una parte del saldo para atender a una orden de pago que aún no ha sido liquidada.