Toni Esteve
Economía familiar
Qué es el bastanteo de un poder notarial y por qué tu banco puede cobrártelo
Para verificar la identidad de tu representante y las capacidades que le has concedido
Los poderes notariales son documentos públicos autorizados por un notario que permiten a una persona o empresa designar a otra como su representante para que actúe en su nombre en determinados actos jurídicos o realizar trámites administrativos o bancarios. En estos casos, el representante deberá acreditar su cualidad de apoderado mediante la exhibición de la copia autorizada del poder, que estará redactada y autorizada por un notario, que es quien garantiza tanto la identidad de la persona que lo otorga como que sus voluntades se ajustan a la ley.
En el caso de las entidades bancarias, según el Banco de España (@BancoDeEspana), podrán exigirte dicho poder si lo que quieres es autorizar a una persona de confianza para realizar determinadas gestiones bancarias como, por ejemplo: cobrar un cheque nominativo a nombre de un tercero que reside en el extranjero, abrir o cancelar una cuenta bancaria o tramitar en el banco una testamentaría. En este sentido, el poder notarial debe reflejar exactamente cuáles son las facultades que se delegan, así como las “limitaciones cuantitativas y operativas que decidas conceder a tu representante”.
No obstante, el supervisor bancario advierte que, una vez presentado el poder, “el banco procederá a su bastanteo, con el fin de verificar la identidad de tu representante y las capacidades que has decidido concederle. Por esta comprobación el banco podría cobrarte una comisión”. Según el Banco de España, que las entidades bancarias procedan a esta verificación te garantiza, como usuarios, que “tendrás la seguridad de que has sido identificado correctamente, evitando que terceros no legitimados actúen en tu nombre, y el banco tendrá la garantía de poder justificar adecuadamente las operaciones que realice con sus clientes.
Delegar en los hijos
Un poder notarial es un documento con validez legal en esas situaciones en que una persona presenta problemas cognitivos o ya es muy mayor para realizar determinadas gestiones administrativas o bancarias y quiere, por ejemplo, delegar en sus hijos la gestión de su patrimonio. Pero también es habitual otorgar poderes notariales a nuestro representante legal cuando nos vemos envueltos en un proceso judicial.
Pero también puedes revocar el poder notarial a la persona que en su momento designaste ante notario como tu representante, para evitar que el apoderado actúe en tu nombre si por cualquier motivo has perdido la confianza en él o simplemente ya no deseas que siga realizando tus gestiones. Así lo recoge el Código Civil, haciendo referencia a la posibilidad de revocar un poder en el artículo 1732.1. Mediante la revocación, manifiestas que cambias de voluntad, y por tanto retiras a tu actual representante las facultades previamente concedidas.