La herencia es la forma en que una persona pasa sus bienes, obligaciones y derechos a otras personas, sus herederos tras su fallecimiento. No tiene por qué tratarse siempre de los hijos o hijas, al igual que no siempre los herederos reciben lo que habían esperado. Y es que los casos en los que los padres quieren desheredar a sus hijos, por lo general por maltrato o abandono, han ido en aumento en los últimos años, especialmente tras la pandemia, cuando se puso en evidencia la soledad y las carencias afectivas que sufrían algunas personas mayores, aun teniendo familia.
Un ejemplo reciente es el de un hombre que desheredó a sus nietas por no preocuparse por élcuando estaba en el hospital. En concreto, el hombre repartió la mayor parte de su patrimonio (unas 500.000 libras esterlinas, más de medio millón de euros) entre sus dos hijos, y a sus nietas de su otro hijo fallecido, con las que apenas tenía relación, solo les dejó una cantidad simbólica de 50 libras (58 euros) a cada una. Pero, ¿esto se puede hacer? ¿En qué casos se puede dejar más herencia a un hijo que a otro?
Dejar más herencia a un hijo que a otro
A la hora de realizar un testamento, el documento en el que se refleja quién será el beneficiario de la herencia, hay que tener en cuenta algunos aspectos claves, como son la legítima, el tercio de mejora y la libre disposición.
La legítima se destina a los herederos forzosos, es decir, los hijos y descendientes en primer lugar, después los padres y ascendientes y finalmente el cónyuge. Esta no se puede cambiar ni modificar y el testador no puede imponer ninguna condición o sustitución sobre esta parte. Por su parte, el tercio de mejora se destina a los descendientes directos de la persona fallecida. Mientras que la libre disposición se puede destinar a quien se quiera.
Teniendo esto en cuenta, el tercio de mejora se puede repartir como se prefiera, es decir, no hace falta que sean partes iguales e incluso se puede dejar el tercio entero a un hijo. La libre disposición también se puede distribuir libremente. Por lo que la legítima es la única parte que debemos considerar, y es que esta se debe dejar a todos los herederos forzosos por igual. De esta forma, es posible dejar más herencia a un hijo que a otro.
Así lo reflejan diferentes webs especializadas, que apuntan que "siempre prevalece el derecho a la legítima de los llamados herederos forzosos, derecho que el testador tendrá que respetar siempre a la hora de hacer testamento, salvo que medie causa de desheredación", según recoge ConceptosJurídicos.com y confirma el abogado especialista en herencias y sucesiones, Miquel Fàbrega Moyano.
Esto significa que desheredar sería la única forma de quitar la legítima a un hijo, siempre que esté justificada y esté recogido en testamento. "Sin embargo, en el caso de que el hijo, al que se le quita la legítima, tenga descendientes, estos podrán heredar, por derecho de representación, la legítima que le correspondiese a su progenitor desheredado justamente", aclaran, siempre que no hayan sido desheredados también.
Sobre el autor:
María Bonillo
María Bonillo es licenciada en Comunicación Audiovisual y Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. Escribe principalmente sobre temas de sociedad. También tiene experiencia en comunicación corporativa de empresas como OmnicomPRGroup y Pentación Espectáculos.