Economía familiar

Falsos mitos sobre los préstamos

Toni Esteve

Foto: Bigstock

Domingo 6 de septiembre de 2020

4 minutos

Un crédito no permite disponer de dinero extra

Falsos mitos sobre los préstamos
Toni Esteve

Foto: Bigstock

Domingo 6 de septiembre de 2020

4 minutos

En algún momento de nuestra vida prácticamente todos necesitamos recurrir a una entidad financiera para adquirir una vivienda, un coche, viajar, hacer mejoras en en casa o pagar los estudios de los hijos. Sin embargo, nuestras deudas pueden convertirse en un problema financiero, por lo que siempre deberíamos preguntarnos si realmente necesitamos un préstamo o bien podemos esperar hasta ahorrar lo suficiente para pagar en efectivo ese coche o esa reforma en el hogar: ¿Cuánto voy a pagar de intereses, comisiones y gastos? Es decir ¿cuánto más me va a costar comprarlo que si lo hiciera en efectivo? Y si el interés es variable, ¿cuánto subirán las cuotas mensuales si suben los tipos de interés?

El Banco de España (@BancoDeEspana), recomienda que los pagos mensuales por las deudas que acumulemos no excedan del 15-20% de nuestros ingresos mensuales, hipoteca aparte. Sumando la hipoteca, esos pagos deberían ser inferiores al 40% de los ingresos mensuales. No obstante, esas cifras cambian con la edad de quien solicita el préstamo, así como con las condiciones del mismo.

De todos modos, conviene tener en cuenta estos errores que, según el supervisor bancario, solemos cometer a la hora de pedir dinero prestado:

– “El crédito permite disponer de dinero extra”.

Esto no es real ya que el dinero prestado simplemente permite gastar hoy los ingresos de mañana, lo que nos deja con menos dinero para cubrir los gastos futuros.

– “El crédito permite mejorar nuestro nivel de vida sin coste”.

Este es otro error común. El crédito permite adquirir bienes que no podemos comprar en efectiv,o pero que sí podemos pagar a medio plazo, con un recargo. Lo que disfrutamos hoy implica que habrá pagos desde el momento actual hasta un momento futuro. Mejorar el nivel de vida presente tiene un coste: al final, pagaremos más que lo que costaría en efectivo.

–“Una entidad financiera no facilita un préstamo si sabe que no podemos endeudarnos y en caso de tener problemas, asume la responsabilidad”.

Falso. Aunque la entidad debe analizar nuestra capacidad de pago, debemos asumir nuestra responsabilidad de saber cuándo nos conviene un crédito y cuánto podemos pagar. Además, debemos ser conscientes de que podemos tener problemas serios en caso de no asumir lo pactado y que responderemos de la deuda con nuestro patrimonio presente y futuro.

–“Si no podemos pagar nuestro crédito, siempre podremos renegociar las condiciones pactadas cambiando el tipo de interés o aplazando los pagos”.

Si aceptamos un crédito o préstamo, firmamos un contrato por el que nos comprometemos por escrito a devolver todo el dinero, más intereses y otros gastos, en unas condiciones especificadas. La renegociación, por lo general, no es algo con lo que debamos contar.

– “Comprar algo a crédito es lo mismo que comprarlo en efectivo, pero aplazando el desembolso de dinero”.

Pues aunque lo creamos, no es lo mismo. Además del importe de lo que compramos, debemos abonar los intereses a quien nos lo prestó, y está claro que el dinero prestado no es “gratis”.

Ten en cuenta estos falsos mitos sobre los préstamos, porque, cuando no sabemos exactamente cuánto dinero debemos o no podemos ahorrar ni el 10% de nuestros ingresos mensuales debido a los pagos de las deudas, podemos acabar teniendo un problema financiero serio. Si no tenemos un fondo de emergencia para imprevistos, por ejemplo, nos podemos encontrar con que tengamos que pedir un préstamo para poder pagar otro.

Sobre el autor:

Toni Esteve

Toni Esteve es redactor especializado en temas de economía y consumo.

… saber más sobre el autor