Paula Buedo
Economía familiar
10 trucos para pagar menos por el seguro del hogar, según la OCU
Diversificar las compañías o eliminar coberturas innecesarias son algunas de las claves
Los seguros son uno de esos gastos fijos que todos los hogares tienen. Son una red de seguridad que, en los mejores casos, no son necesarios. Sin embargo, ante la posibilidad real de sufrir un imprevisto, pagamos la prima correspondiente para no tener que vivir una pesadilla ante situaciones como incendios o inundaciones.
No obstante, con una situación económica en la que cada vez es más difícil llegar a fin de mes, cada céntimo gastado cuenta, así que es importante estudiar en profundidad lo que pagamos y si es posible, reducirlo. Por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha propuesto diez consejos para abaratar la prima del seguro de hogar. Son claves que pueden ayudarnos desde el momento en el que contratamos el producto hasta cuando toque renovarlo.
1. Encuentra la mejor calidad/precio y paga de golpe
El mercado de las aseguradoras es muy amplio y diverso, así que es importante no quedarnos con la primera oferta que encontramos. Para optimizar este gasto, es necesario dedicar un tiempo a analizar la relación calidad/precio de cada opción, pues puede haber mucha diferencia y pagar más, no es sinónimo de contar con una mejor cobertura.
Por otra parte, la mayoría de compañías ofrecen varias modalidades de pago. Puedes elegir pagar todo el año de golpe o fraccionarlo en cuotas mensuales, que suelen tener un sobrecoste añadido.
En general, si es posible, lo mejor es optar por la primera posibilidad, pues el ahorro anual puede superar con facilidad los 100 euros. Así, aunque parezca que, de primeras, es una cantidad elevada, pagar mes a mes podría juntar un total anual mayor.
2. Investiga nuevas ofertas antes de la renovación
Aunque pueda ser tedioso empezar de nuevo el proceso, no atarse a una compañía para siempre es una forma de ahorrar. No debemos cerrar ninguna puerta y, con un par de meses de antelación, podemos empezar a mirar los productos de otras entidades (o incluso una opción diferente de la misma compañía) para valorar si merece la pena el cambio.
En caso de que encuentres algún descuento atractivo, incluso en tu propia compañía, puedes intentar que te apliquen una rebaja en el coste del producto que ya tienes contratado. Si, por el contrario, decides cambiarte a otra entidad, recuerda estudiar con atención las condiciones y los plazos de tu seguro actual: podrían cobrarte el año con una prórroga automática si no avisas con la antelación acordada.
3. Diversifica las compañías
No son pocas las ofertas que se lanzan sobre un paquete de seguros que incluye hogar, coche, salud, decesos… Tener todos los seguros juntos puede parecer una ventaja, pero lo cierto es que, si buscas y comparas, es probable que encuentres más rentable aprovechar las diferentes ofertas de distintas compañías para cada uno de ellos.
4. Repasa las coberturas
No todos los hogares son iguales, por lo que no todos los seguros de hogar deben serlo. Muchas de las coberturas que se ofrecen son opcionales, así que dar un repaso a lo que incluye cada seguro es importante para suprimir las que no necesites y recortar la prima. Por ejemplo, si no guardas joyas, no necesitarás tenerlas cubiertas.
5. Comunica las mejoras en seguridad
En muchos casos, la póliza está influida por el riesgo que la compañía determina que asume al cubrir tu casa. Por eso, desde el primer momento, se informan muy bien de las características de tu vivienda para fijar la prima.
Eso significa que, cuanto más seguro sea tu hogar, menos deberás pagar, así que si inviertes en hacer mejoras en la seguridad de tu vivienda, podrías pagar menos. Por eso, es importante comunicar a la compañía que has realizado algunos cambios que afectan a cuestiones que tuvieron en cuenta para fijar la cantidad a pagar, como colocar una puerta blindada o una alarma.
6. Ajusta el capital para cubrir el continente
Tener claro el valor de tu casa es fundamental para asegurar el capital justo. En el peor siniestro, si hubiese que reconstruir toda la casa, la indemnización que el seguro ofrece es, como máximo, el coste de reparar el daño. En ninguna situación te darán más indemnización por haber pagado más, así que es importante ajustar la cifra y asegurar el valor de la construcción.
Si bien pagar de más es un problema, también lo es quedarte corto. Si no pagas lo suficiente, podrían aplicar una regla proporcional y reducir la indemnización. Por tanto, consultar con un profesional puede ser la mejor opción.
Uno de los errores que se pueden cometer en estos casos es guiarse por el valor de tasación de la vivienda. Sin embargo, el valor del suelo es indestructible, por lo que no es la cantidad adecuada.
7. El seguro de la comunidad
Otra de las claves que pueden llevarnos hacia un descuento atractivo es, en caso de vivir en una comunidad de propietarios, saber qué compañía se encarga del seguro comunitario. Existen algunas que lanzan ofertas a los vecinos para agrupar todos los seguros y, en caso de que haya algún problema, tener ambas partes la misma aseguradora puede agilizar y facilitar los trámites.
8. Piensa si contratar un capital a primer riesgo
Cuando el seguro comunitario es bueno, también se encargará de las partes privativas del edificio en casos de incendio, explosión, inundación… Eso significa que, si también recoges estos casos en tu seguro individual, estarás pagando el doble.
Para evitar este solapamiento, una de las opciones es utilizar el seguro individual para asegurar el continente por un capital más bajo “a primer riesgo”. Así tendrás cubiertos los siniestros más “leves”, que son los más habituales.
El riesgo de esta estrategia es que, en casos de muchísima gravedad, dependerás del seguro comunitario. Eso significa que, si no lo cubre, tendrás que pagarlo de tu bolsillo. Además, en algunas compañías la rebaja que resulta de esta técnica no merece la pena como para arriesgarse.
9. Calcula el valor de tus muebles
Incluir en el seguro los muebles de tu casa, es decir, el contenido, puede disparar la prima. Además, es muy probable que, en caso de siniestro que afecte al mobiliario, demostrar lo que se tenía y el uso que se le había dado es muy complicado, así que la indemnización es mínima.
No obstante, asegurar el contenido suele ser obligatorio para tener una cobertura de la responsabilidad civil familiar. Por eso, para abaratar el precio final, puedes optar por contratar el capital mínimo.
10. La responsabilidad civil, lo más importante
El seguro de hogar no solo sirve para cubrir los problemas que afectan al tomador, sino que una parte muy importante cubre los daños que puedan causarse a otras personas por siniestros con origen en nuestra casa o por actos de las personas que viven en ella. Por eso, la responsabilidad civil es una cobertura fundamental.
Una fuga de agua que hace gotera al vecino de abajo, un incendio que afecta a los vecinos, un accidente de bici o los daños que pueda causar un inquilino al mobiliario son algunas de las coberturas que comprende esta responsabilidad civil. No es un servicio caro, pues son casos muy poco frecuentes, pero podrían suponer un duro golpe a tu bolsillo si te topas con uno de ellos. Por eso, OCU recomienda aumentar el capital al máximo posible.
No obstante, se puede reducir la cantidad si mantienes tu situación actualizada. Así, si tu hijo se independiza, podrás sacarle del seguro y rebajar la prima. También puedes revisar las ofertas para seguros específicos de responsabilidad civil y valorar si alguno de ellos es interesante.