María Liébana
Economía familiar
Pensiones en China: un sistema amenazado por el envejecimiento de su población
Hay un gran desfase entre la edad de jubilación y la esperanza de vida en el país asiático
Sí, China tiene sistema de pensiones. Aunque es relativamente reciente y está lejos de alcanzar a toda su población. Además, se enfrenta a un futuro insostenible, financieramente hablando, debido al envejecimiento de su población: a finales de 2018 china contaba con 249 millones de personas mayores de 60 años (un 18% del total de su población); según datos oficiales, se espera que la población china mayor de 60 años crezca a un ritmo de ocho millones de personas al año.
Las arcas del “País Central” en peligro
La ratio de envejecimiento de la población china está propiciando que la hucha de las pensiones esté comenzando a vaciarse. En 2011, por cada pensionista había 3,1 trabajadores, en 2016 ese cociente cayó a 2,8, estimándose que para el año 2050 la cifra bajará a 1,3 trabajadores por cada pensionista.
A su vez, algunos estudios prevén que el envejecimiento de la población del país asiático alcanzará su pico máximo en 2029, cuando habrá 1.442 millones de chinos, y empezará a descender el siguiente año hasta llegar a los 1.365 millones en 2065.
Todo ello cuestiona la viabilidad de su política de jubilación, que permite que los hombres se retiren rondado los 60 años y las mujeres sobre los 50. Y pone de manifiesto que estas edades deberían ir evolucionando de forma paulatina a medida que lo hace el aumento de la esperanza de vida.
Y es que China lleva sin cambiar la edad de jubilación desde la década de los 50, momento en el que la esperanza de vida estaba por debajo de los 45 años. Hoy en día este promedio ha aumentado hasta llegar a una esperanza de vida de 75 años, pero la edad de jubilación se sigue manteniendo en los 53.
Este es el motivo que ha llevado al Ministerio de Trabajo chino a considerar el retraso de la edad de jubilación. Con esta medida, el gobierno espera, por un lado, aliviar la escasez de mano de obra, y por otro, impulsar la flexibilización de la política del hijo único que se anunció ya en 2013.
¿Quiénes se benefician del sistema de pensiones en China?
En la actualidad, se acogen a ese sistema los trabajadores que hayan estado cotizando al sistema gubernamental de pensiones durante un mínimo de 15 años. Quienes no hayan cotizado el número de años suficiente, pueden tener derecho a la pensión pública aportando la diferencia de su propio bolsillo. La población suele ahorrar desde la juventud para afrontar la vejez.
Grandes desigualdades
Según ha publicado el País, de los 1.300 millones de ciudadanos que tiene China, hay unos 800 millones ya incluidos en el sistema de pensiones, mientras que hace 15 años solamente eran 200 millones.
Sin embargo, la gestión de las pensiones de la república asiática es diferente a la de otros países donde existen problemas similares. En China, son las provincias las que gestionan los fondos destinados al pago de prestaciones. Lo que acarrea que el sistema esté gravemente desequilibrado debido a las grandes diferencias de prosperidad económica que existen entre unas provincias y otras. Así, la cobertura, que ya de por sí es muy básica, cambia dependiendo del lugar donde vive cada persona (ciudades o zonas rurales) y hasta de su empleo (los trabajadores públicos suelen cobrar pensiones más altas que los que trabajan en empresas privadas).
Por este motivo, un ciudadano de Pekín puede percibir de media unos 3.000 yuanes mensuales (405 euros al cambio actual) por este concepto, mientras que en el campo esta cantidad puede bajar hasta 80 yuanes (10,8 euros al cambio actual).
Soluciones
Los analistas reconocen los logros del país en este ámbito, pero aún queda mucho camino por recorrer. Casi 500 millones de personas siguen sin estar dentro del sistema y los subsidios deberían incrementarse, especialmente en las zonas rurales.
Entre las soluciones que barajan los expertos para este problema, destaca obviamente una posible subida de la edad de jubilación o un incremento de impuestos para equilibrar ingresos y gastos.