Alrededor de 22,3 millones de españoles tenían cubierto su sepelio al cierre del año 2023, de acuerdo con los resultados del informe Los seguros de decesos en España, elaborado por Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación aseguradora que impulsa Unespa. Esta cifra equivale al 46% de la población española, lo que refleja que el seguro de decesos tiene una gran aceptación. De hecho, es una de las protecciones más extendidas, junto con el seguro del automóvil y el de vida. Otra de sus características es la elevada presencia que tiene en todo el territorio nacional, subraya la patronal aseguradora.
En estas pólizas, las compañías suelen fijar el capital dependiendo de la ciudad donde resida la persona cuando vaya a contratar la póliza y de las coberturas que contrate. Asimismo, es importante tener en cuenta que, si el dinero no alcanza para cubrir todos los gastos, los familiares deberán desembolsar la parte restante.
Ahora bien, aunque las coberturas básicas de un seguro de decesos suelen incluir las gestiones administrativas, entre ellas, el coste de los servicios funerarios (entre los que se encuentran el entierro, cuyo precio medio suele oscilar los 4.000 y 8.000 euros, o la modalidad de la incineración, que oscila sobre 3.000 euros), es preciso conocer que "el acceso a ellos tiene como límite máximo el capital asegurado, por lo que si se considera que el coste del sepelio va a ser superior al estimado, resulta fundamental asegurar una cuantía mayor para evitar sobresaltos", advierte Carmen Reverte, responsable de seguros de decesos de Rastreator.
Existen distintas modalidades para abonar la prima del seguro de decesos, con los siguientes precios medios, según este comparador de precios:
- Modalidad nivelada o constante: El importe de la prima se mantiene constante a lo largo de toda la vida con un precio medio de 341 euros anuales.
- Modalidad natural o variable: La prima que se abona es mayor a medida que se van cumpliendo años. El precio medio se sitúa en torno a 124 euros anuales.
- Modalidad mixta y seminatural: La cuantía que se paga se incrementa paralelamente a los años del asegurado, hasta que este cumple una determinada edad, a partir de la cual la prima se hace constante. Esta póliza tiene un precio medio 169 euros anuales.
¿Qué tipo de póliza elegir?
Escoger una modalidad u otra dependerá de las necesidades y requerimientos de cada asegurado.
"Si lo que se busca es saber en todo momento lo que se va a tener que pagar y que esa cuantía no varíe, se puede escoger la nivelada o constante. En el caso de que se quiera contratar la póliza siendo joven o el asegurado busque incluir a sus hijos en el seguro hay que tener en cuenta que va a estar pagando la prima durante muchos años, por lo que la modalidad natural o variable puede ser una buena opción. La modalidad mixta o la seminatural pueden ser las indicadas para aquellos que quieran pagar según su edad, pero prefieran que la cuantía no varíe en el momento en el que se acerque su jubilación y sus ingresos disminuyan", aconseja Carmen Reverte, responsable de seguros de decesos de Rastreator.
Sin embargo, "en el caso de los mayores de más de 70 años, es posible que las aseguradoras sólo ofrezcan su suscripción en un pago único", especifica esta experta.
Coberturas complementarias
Durante muchos años, los seguros de decesos incluían básicamente los gastos del entierro, pero las compañías cada vez están añadiendo otras garantías, para que se pueda sacar partida del seguro en vida, entre las que se encuentran el traslado y repatriación, asistencia en viaje, testamento online e incluso servicios jurídicos o asistencia médica.
Aun así, "es importante que antes de contratar la póliza se lea detenidamente la letra pequeña, ya que es posible que dichas coberturas estén sujetas a periodos de carencia, a copagos o funcionen de manera baremada", recomienda Reverte.
Sobre el autor:
Pepa Montero
Pepa Montero es redactora especializada en temas de economía. Ha trabajado en medios como El Economista y La Gaceta de los Negocios. Es autora del libro de relatos La casa de las palmeras (Azul como la Naranja, 2013).