María Liébana
Economía familiar
¿Qué es un poder notarial y para qué sirve?
Permite a una persona o empresa designar a otra como su representante y suele costar entre 25€ y 30€
Con lo complicadas que son a veces nuestras vidas y la dinámica de las empresas, más de una vez nos encontramos en situaciones comprometidas a la hora de hacer trámites administrativos. Por eso se hace necesario o conveniente otorgar facultades de representación para determinados actos jurídicos o materiales, lo que es lo mismo: los llamados poderes notariales.
Un poder es un documento público autorizado por un notario que permite a una persona o empresa designar a otra como su representante para que actúe en su nombre en determinados actos jurídicos. El representante deberá acreditar su cualidad de apoderado mediante la exhibición de la copia autorizada del poder. Aunque hay que tener en cuenta que existen situaciones en las que la representación no es admisible, por ejemplo, para hacer testamento (salvo en casos excepcionales).
Los poderes notariales españoles tienen reconocimiento internacional. La denominada Apostilla de la Haya (la apostilla es en una anotación sobre el documento público notarial que certifica la autenticidad de los documentos públicos expedidos en otro país) permite que se reconozca la eficacia jurídica de un poder entre países firmantes del Convenio de la Haya.
Los documentos que conforman un poder notarial son redactados y autorizados por los notarios, quienes garantizan tanto la identidad de las personas que los otorgan como que sus voluntades se ajustan a la ley.
¿Quién puede otorgar un poder?
Para otorgar un poder notarial solo se requiere que seas mayor de edad y que estés en plenas facultades mentales. Para ello, tan solo tienes que acudir a una notaría (en España hay más de tres mil), presentar el DNI y pagar. El coste de un poder notarial puede rondar entre los 25 euros (si es un poder para pleitos) o 50 euros (para un poder general).
Tipos de poder notarial
Existen tantos tipos de poder notarial como actos o negocios jurídicos admita la figura de representación. Estos son los más comunes:
- Poder general: se otorgan al apoderado más facultades, incluida la compraventa de inmuebles y sus hipotecas.
- Poder para pleitos: se otorga el poder a un procurador o abogado para que se persone en un pleito en nombre de otra persona. En España, este es el poder más utilizado.
- Poder para administrar bienes: se otorga al apoderado la facultad de gestionar el patrimonio del representado, salvo los actos de disposición, como la compraventa de inmuebles o la hipoteca.
También existen los poderes especiales, con lo que el poderdante faculta a una persona jurídica o física para que sea su representante legal en un acto jurídico concreto como pueden ser por ejemplo acciones tan comunes como la compraventa de un bien o realizar una transferencia.
Y los poderes preventivos que permite a una persona designar a otra para que actúe representando sus intereses en case de que llegase a carecer de la capacidad necesaria para manifestar su voluntad.
Revocación de poderes
El poder notarial se puede anular o revocar en cualquier momento. El poderdante es, en principio, libre para hacerlo, solicitando al representante la devolución de la copia autorizada del poder. Si este se negare, será conveniente otorgar una escritura de revocación del poder, y notificar la revocación al representante mediante un notario, que no tiene por qué coincidir con aquel ante quien se otorgó inicialmente el poder.