Una herencia es un conjunto de bienes, derechos y obligaciones que se heredan de una persona tras su muerte. Lo habitual es que tengan uno o varios destinatarios que se conocen como herederos forzosos o legitimarios. Pero, ¿qué ocurre si uno de los herederos se niega a firmar el reparto de bienes?
Lo primero que hay que saber es que aceptar una herencia es un acto libre y voluntario por lo que los herederos tienen que manifestar su voluntad de querer aceptarla o rechazarla.
Hasta hace unos años, este tipo de situaciones solo se podía arreglar en los tribunales, pero desde que entró en vigor la Ley de Jurisdicción Voluntaria, esto se puede hacer por vía notarial. Además, en el artículo 1.005 del Código Civil se establece lo que hay que hacer si uno de los herederos se niega a firmar la herencia.
Los expertos recomiendan que antes de emprender ningún tipo de acción, hay que hablar con el heredero para saber qué es lo que no le gusta, e intentar llegar a un acuerdo, que normalmente tiene que ver con el reparto.
La interpelación notarial
Si tras hablar con el heredero se dan cuenta de que el conflicto tiene que ver con un bien de poco valor económico, pero si sentimental, se puede optar por una adjudicación parcial de la herencia, es decir, los herederos llegan a un acuerdo para repartir los bienes que no generan conflicto, y dejan para otro momento, los que han generado conflicto.
Si esto no fuera posible, los herederos que quieran seguir adelante con el reparto de bienes podrán acudir a un notario y llevar a cabo una interpelación notarial.
El notario será el encargado de notificar a la persona 'conflictiva' que tiene 30 días para aceptar o rechazar la herencia. En caso de no responder, la herencia se dará por aceptada, con todo lo que eso significa.
La interpelación notarial la pueden solicitar todos los herederos que quieran que la herencia avance, tal y como establece el Código Civil. Eso sí, ésta se llevará a cabo siempre y cuando el notario vea que hay un interés real y legítimo.
Los tribunales
Que la interpelación notarial reciba una respuesta, no significa que el problema esté solucionado, ya que el heredero puede aceptar la herencia pero no el reparto. En este caso habrá que acudir a los tribunales y dejar que sea un juez el que determine el reparto de los bienes.
En estos casos, la herencia queda bloqueada durante un tiempo indefinido, que puede terminar perjudicando a los herederos.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.