En plena campaña de la Renta 2020-2021, los mayores han de echar cuentas. Las pensiones se consideran rentas del trabajo y, como tales, deben tributar. Si además la persona mayor contaba con un plan de pensiones y ya lo ha rescatado, contará como un segundo pagador a efectos del IRPF, lo que puede obligarle a presentar la declaración. De forma que, junto a las deduccines generales de la cuota, conviene que repasen las desgravaciones autonómicas.
Los mayores que residan en La Rioja, Cataluña y Baleares no tienen demasiado que repasar. Estas autonomías se han olvidado de ellos. Encontramos deducciones por compra de bicicletas de pedaleo no asistido, por la inversión de un ‘busines angel’ en start ups, por donaciones a entidades que fomenten el uso de la lengua catalana o por gastos de aprendizaje de idiomas extranjeros… pero nada para las personas mayores como contribuyentes, ni para los familiares que los cuidan, ni para quienes los acojan. Incluso hay en el tramo autonómico del IRPF de alguna de estas comunidades deducciones específicas para la situación actual: desgravación por la obligación de presentar la declaración por tener más un pagador, pensada para las personas en ERTE que otros años no estaban obligadas; o por la contratación de personas para el cuidado de familiares afectados por COVID-19. Pero, insistimos, nada específico para el colectivo más vulnerable en esta pandemia: los mayores.
La natalidad y la juventud es una preocupación capital en la parte autónomida del IRPF en La Rioja, también el medio rural y la sostenibilidad. Pero no los mayores.
Así, nos encontramos con que la comunidad presidida por Concha Andreu, que en la parte autonómica de la cuota íntegra de los residentes en esta comunicad, pueden aplicarse deducciones por el nacimiento y adopción de hijos, por gastos en escuelas, centros de educación infantil o personal contratado para el cuidado de hijos en pequeños municipios; por acogimiento de menores; por cada hijo mejor de tres años que residan o se trasladen a pequeños municipios,; por la escolarización de hijos hasta 3 años; por gastos de acceso a internet para los joven es emancipados; por gastos de suministro de luz y gas de uso doméstico para jóvenes; por la compra o el alquiler de vivienda habitual para menores de 36 años; por la compra de vivienda en pequeños municipios; por la compra de vehículos eléctricos nuevos e incluso por la compra de bicicletas de pedaleo no asistido. Pero nada para personas mayores, sean o no dependientes o tengan o no grado de discapacidad reconocido, ni tampoco para sus cuidadores.
Las deducciones que ofrece Cataluña en el tramo autónomico en el IRPF, no son muy numerosas, pero sí variadas en cuanto al objeto de aplicación… por nacimiento o adopción de un hijo, por donaciones a entidades que fomenten el uso de la lengua catalana; por dontivos a entiddes que fomenten la investigación científica y el desarrollo y la innovación tecnológicos; por alquiler de la vivienda habitual; por el pago de intereses de préstamos para los estudios de máster y de doctorado; para los contribuyentes que queden viudos; por rehabilitación de la vivienda habitual; por donaciones a determinades entidades en beneficio del medio ambiente, la conservación del patrimonio natural y de custodia del territorio; por inversión por un ángel invesor por la adquisición de acciones o partcipaciones sociales de entidades de nueva o de creación reciente; o por la obligación de presentar la declaración del IRPF en razón de tener más de un pagador.
Los contribuyentes que residan en Islas Baleares pueden aplicarse en su declaración de la Renta 2020-2021 deducciones por inversiones de mejora de la sostenibilidad de la vivienda habitual; por gastos de adquisición de libros de texto; por gastos de aprendizaje extraescolar de idiomas extranjeros; por arrendamiento de inmuebles destinados a vivienda; por arrendamiento de vivienda por traslado temporal; por gastos relativos a los descendientes o acogidos menores de 6 años; por donaciones, cesión de uso o contratos de comodato y convenios de colaboración relativos al mecenazgo deportivo. Pero nada específico para los contribuyentes mayores de 65 años, ni tampoco para quienes los cuidan o acogen.
Andalucía, Cantabria y Extremadura completan el listado de comunidades que no ofrecen ninguna desgravación en el tramo autonómico del IRPF para los mayores como contribuyentes, pero al menos sí se acuerdan los familiares que los atienden. Son desgravaciones para familiares que tienen a sus padres a su cargo y conviven con ellos.
Cantabria cuenta con una desgravación por cuidado de familiares de 100 euros que, además de hijos menores de tres años y familiares con discapacidad, también se aplica a ascendientes mayores de 70 años, cuando convivan con el contribuyente al menos 183 días al año. Y Andalucía cuenta con una deducción para padres o madres de familia monoparental, con ascendientes mayores de 75 años a su cargo podrán acceder a una desgravación de 200 euros. Extremadura, por su parte, cuenta con deducciones por cuidado de familiares con discapacidad.
El acogimiento no remunerad de personas mayores de 65 años tiene premio fiscal en Asturias (deducción de 341 euros), Comunidad de Madrid (desgravación de 1.500 euros), región de Murcia (deducción de 600 euros), comunidades que tampoco ofrecen ninguna otra desgravación para los mayores como contribuyentes, ni para sus familiares cuando los tienen al cargo.
Las condiciones es que ese acogimiento no tenga contraprestación (es decir, que no sea un alquiler), que el contribuyente y el acogido convivan al menos 183 días al año y que ambos no tengan vínculo de parentesco.
