David Vargas
Economía familiar
Renunciar a una herencia: Así puedes hacerlo paso a paso
Muchas renuncias están relacionadas con las deudas que se encuentran los herederos
¿Es posible renunciar a una herencia? Sí, lo es. Pero conviene saber que puede convertirse en un tedioso trámite administrativo si no estamos debidamente asesorados. Una herencia comprende todos los bienes, derechos y obligaciones de una persona al morir, por lo que sus herederos deben ser conscientes de una realidad: si se rechaza una herencia, se rechaza todo, no solo las deudas.
Los motivos por los que alguien decide renunciar a una herencia pueden ser variados, como que el fallecido deja más deudas que bienes o porque el impuesto de sucesiones es demasiado elevado y sobrepasa el valor de los bienes heredados. A veces este impuesto obliga a los herederos a renunciar o bien a solicitar un crédito al banco para poder pagarlo. Cuando no compensa heredar, los familiares llevan a cabo un acto de renuncia, que debe realizarse de forma expresa y en escritura pública ante notario.
Además, hay que tener en cuenta que la renuncia es irrevocable: si decidimos renunciar a una herencia, posteriormente no podemos echarnos atrás. Una vez dado este paso ante el notario, los herederos pierden todo el derecho sobre la herencia.
Tipos de renuncia
¿A quién pasa la herencia si renunciamos a ella? Existen dos tipos de renuncia:
- Renuncia pura y simple. Recibe el nombre de repudiación y sucede cuando el heredero no renuncia a favor de nadie en concreto, así que la herencia pasa al sustituto que marca el testamento. En este caso, el heredero nunca llega a serlo realmente, por lo que no tiene que pagar el impuesto de sucesiones.
- Renuncia a beneficio de una tercera persona. Sucede cuando el heredero renuncia a favor de una determinada persona, cediéndole sus derechos hereditarios. Pero, a diferencia de la anterior, aquí sí debe asumir el pago del impuesto de sucesiones como si heredara realmente y, a la vez, la persona que recibe la herencia gracias a su cesión deberá liquidar el impuesto de donaciones. Es decir, en este caso se paga doble imposición.
Hay que recordar que quien renuncia a una herencia también lo hace para sus herederos: si un hijo renuncia a la herencia de su padre, el nieto también pierde ese derecho (salvo que figure explícitamente como sustituto en un testamento).
Por último, en cuestión de plazos, es cierto que podemos renunciar a la herencia en cualquier momento, pero hay que tener en cuenta que es mejor hacerlo antes de que prescriba el impuesto de sucesiones. Esto es importante si no queremos tener que afrontar su pago.