El testamento es la forma que tiene una persona de disponer de sus bienes tras su fallecimiento. Este documento permite determinar, de acuerdo con su última voluntad, quién será el propietario o beneficiario de los mismos.
Es importante hacer testamento antes de que sobrevenga cualquier enfermedad o accidente, porque si no existe, la ley decidirá por nosotros sobre el destino de nuestros bienes.
Ahora bien, a la hora de hacer este documento, lo normal es que pensemos en el reparto de la herencia, ya que es la forma más conocida y habitual que una persona tiene de ceder sus bienes cuando fallece a sus descendientes. Sin embargo, existe otra forma menos conocida, pero igual de válida, que es el legado.
Además de ser menos conocida, también se suele usar en casos más concretos, como por ejemplo, cuando el fallecido quiere dejar algo a una persona que no es de su familia. En su testamento, la persona deja por escrito qué personas recibirán sus bienes en herencia y quiénes a través del legado. Porque una cosa muy importante: ambas figuras se pueden usar al mismo tiempo y la una no anula a la otra.
El legado se puede entender como una especie de regalo, y puede ser tanto un bien material como una cantidad económica o inmuebles.
¿Se puede hacer un testamento solo de legados?
Entonces, ¿se puede hacer un testamento solo de legados? La respuesta es afirmativa. El testador puede indicar en el documento a quién pertenecerá cada uno de sus bienes. De hecho, así tendrás un testamento bien cerrado, y aunque tus familiares no estén de acuerdo con el reparto, deberán respetarlo.
Eso sí, para poder hacer un testamento solo de legados y que sea válido, habrá que respetar lo que dice la ley sobre los herederos forzosos (hijos, padres o cónyuge). Estos son aquellos a los que les corresponde una parte de la herencia, independientemente de lo que recoja el testamento.
De esta manera, el testamento se divide en tres partes iguales: un tercio es la legítima, que se reparte entre los herederos forzosos, al igual que el tercio de mejoría, aunque en este caso podría salir más beneficiado un heredero que el resto.
Y por último está el tercio de libre disposición, que, como su propio nombre indica, es la parte de la herencia que el testador puede dejar a las personas que quiera.
En resumen, siempre que se respete la legítima, podrás hacer un reparto solo de legados.
Diferencias entre legado y herencia
En Abogados y Herencias explican que la principal diferencia entre estos conceptos es que los herederos tienen que hacer frente a las deudas del fallecido, mientras que los legatarios no.
Eso sí, si el legado perjudica a la legítima puede ser eliminado. Porque los legatarios solo pueden ser designados por el testador, mientras que los herederos, además de ser voluntarios, pueden ser designados por lo que dicta la ley.
Otra de las grandes diferencias es que los herederos son los sucesores a título universal, recibiendo la titularidad de todos los bienes del fallecido, mientras que los legatarios son sucesores a título particular.
Además, los herederos tienen que aceptar la herencia para poder recibir los bienes, mientras que el legatario no tiene esa necesidad. Si los herederos renuncian a la herencia, lo rechazado pasará a los herederos legítimos que sí que lo acepten, mientras que si un legatario rechaza su legado estos bienes pasarán a formar parte de la masa hereditaria.
Lo que sí que tienen en común ambas, es que tienen que pagar el Impuesto de Sucesiones.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.