Las herencias pueden convertirse en fuente de conflicto para muchas familias, especialmente cuando hay una vivienda familiar, y alguno de los herederos quiere vender y entra en disputa con sus otros familiares.
Para solucionar esta problemática, desde HelpMyCash explican que existen tres vías para vender una casa heredada cuando uno de los herederos no quiere hacerlo. Antes de conocer estas tres salidas, es importante destacar que la mejor solución siempre será que los implicados lleguen a un acuerdo y acaben con el conflicto. Si consiguen llegar a un entendimiento, podrán vender la propiedad a precio de mercado, el mejor de los escenarios si se compara con las alternativas que vamos a explicar a continuación.
Sin acuerdo, los herederos podrán elegir cuál de las tres opciones les convence más: extinción de condominio, venta del proindiviso o división de la cosa común.
1. Extinción del condominio
Si se produce la extinción del condominio de mutuo acuerdo, el heredero que no quiere vender, se quedará con la vivienda y tendrá que compensar económicamente a los otros copropietarios por la parte que les corresponde.
Esto se entiende como una compraventa entre herederos, aunque tal y como apuntan desde HelpMyCash, la fiscalidad es diferente a la de una compraventa y más barata.
La extinción de condominio tributa en el IRPF porque implica un incremento en el patrimonio de quien no se queda con la vivienda. Pero no tributa para la plusvalía municipal ni para el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP).
Si la vivienda tuviera una hipoteca, quienes cedan el inmueble ya no serán propietarios, pero sí titulares del préstamo hipotecario. En este escenario, quien se quede con la vivienda tendría que acudir al banco para convertirse en el único titular de la hipoteca.
2. Venta de proindiviso
Esta solución consiste en que los herederos que quieran vender pueden transmitir su porcentaje de la propiedad a una empresa. Este procedimiento está amparado en el Código Civil, pero presenta una serie de desventajas. La primera de ellas es que se venderá entre un 35% y un 50% más barato que sus valores de mercado.
Por otro lado, nos encontramos con el derecho de tanteo, es decir, que si una empresa hace una oferta por tu parte de la vivienda, los otros propietarios del inmueble tendrán prioridad para comprar tu parte del inmueble.
Y por último, este escenario puede generar conflicto con los otros herederos por tener que compartir espacio con un desconocido.
3. División de la cosa común
El propietario que quiera vender puede intentar ayudarse de un mediador, pero si esto sigue sin funcionar, la última alternativa es acudir a la Justicia. Habrá que interponer una demanda de división de la cosa común. Este procedimiento implica que el juez ordene la venta de la propiedad en subasta pública y divida lo obtenido entre los copropietarios.
Las desventajas en este caso son los costes, la demora, el precio de la vivienda que puede vender hasta un 30% más bajo y los conflictos familiares que pueden aparecer durante el proceso.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.