Si me donan dinero, ¿tengo qué pagar impuestos?

Existen diferentes ocasiones que, por alguna determinada razón, recibimos una donación de dinero. Esta puede llegar de amigos o conocidos, aunque lo más común es que llegue a través de un familiar.

Sin embargo, muchas veces nos preguntamos: ¿al recibir una donación, tengo que pagar impuestos? La Organización del Consumidor y el Usuario nos da la respuesta.

El hecho de recibir dinero para la compra de un coche, de un piso, o para alguna adquisición que necesitemos, son legalmente donaciones, por lo que hay que tributar por ese dinero en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Cuando uno recibe una donación que no sea un inmueble, y sea dinero, acciones, fondos de inversión, entre otras, quien la recibe está obligado a declarar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, aplicando las normas de la comunidad autónoma donde haya residido mayor número de días en los cinco años anteriores a la donación.

¿Qué pasa si no lo declaro?

Al no realizar esta declaración, estarías generando un riesgo innecesario. Si Hacienda descubre que tienes un dinero que cuyo origen no puedes acreditar, podría considerar que existe una “ganancia de patrimonio no justificada”, por lo que luego deberás tributar al IRPF y pagar la sanción correspondiente.

¿A partir de cuánto dinero debo tributar?

La Agencia Tributaria solo exige a las entidades bancarias informar de los movimientos que impliquen montos superiores a 3.000 euros, pero esto no quiere decir que no haya que tributar. Sin embargo, Hacienda no suele perseguir ni estar pendiente de donaciones pequeñas de dinero en efectivo y regalos de cantidades pequeñas.

Para declarar una donación, debes pagar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en un plazo de 30 días. Si el dinero es donado en efectivo, no se genera ninguna ganancia en el IRPF del donante. Por otro lado, si la donación es de acciones, fondos de inversión o inmuebles, quien dona debe tributar en el IRPF si la donación genera una ganancia.

La OCU aconseja

La Organización del Consumidor y el Usuario da una serie de consejos para que donar sea, físicamente, un regalo:

• El lugar de residencia es determinante: antes de donar un bien, piensa que en muchas Comunidades Autónomas la herencia entre padres e hijos casi no tributa: valora si conviene esperar a la herencia y ahorrar impuestos.
• A la hora de elegir los bienes que se van a donar, es mejor optar por los que no acumulen ganancias de patrimonio (donar dinero en efectivo mejor que un inmueble, por ejemplo).
• No dones nunca bienes con pérdidas.
• Si vas a recibir una importante donación de padres, cónyuge o hijos y has pensado trasladar la residencia a alguna comunidad con ventajas fiscales en el Impuesto de Donaciones para pagar menos, recuerda que hay que residir en ella durante más de cinco años antes de recibir la donación.
• En CCAA sin ventajas para donaciones elevadas es mejor fraccionar las donaciones con un intervalo de al menos tres años y un día entre cada una de ellas, pues así se consigue reducir el tipo de gravamen aplicable.