Toni Esteve
Economía familiar
Los gastos hormiga y cómo identificarlos puede ayudarte a ahorrar
No podremos ahorrar si desconocemos en qué nos gastamos (todo) nuestro dinero
Cuando repasamos nuestros gastos mensuales, solemos fijarnos en las grandes partidas, como la hipoteca, los préstamos al consumo, los servicios de agua, luz, gas, teléfono, etc., y muchos se escudan en ellos para lamentarse de que no consiguen ahorrar. Sin embargo, el dinero también se nos va, a veces en grandes cantidades, en las pequeñas cosas. Es lo que se suele denominar como gastos hormiga: los cafés o snacks de máquina, la bolsa de plástico que compramos en el súper (cuándo podríamos traerla de casa), pequeñas compras compulsivas… No se trata de renunciar a algún capricho ocasional, sino de hacerlo siendo conscientes de cuál es nuestra situación financiera.
Difícilmente podremos ahorrar si desconocemos, al detalle, en qué nos gastamos (todo) nuestro dinero. Hoy en día todos los bancos disponen de una aplicación móvil que te permite acceder a los datos de tu cuenta en cuestión de segundos y siempre que quieras. Pero en multitud de ocasiones no es en ese extracto bancario donde vas a encontrar esos gastos hormiga, ya que muchos de ellos corresponden a pequeñas cantidades que, además, pagamos en efectivo. Pero incluso si los pagamos con tarjeta (ahora puedes comprar con ella una barra de pan o cualquiera cosa que valga céntimos), a esos pequeños gastos no solemos darles importancia y no los contemplamos como gastos fijos, aunque en ocasiones lo sean.
Se trata de gastos que pasan desapercibidos en el día a día, pero que al cabo del año pueden suponer cientos de euros de ahorro, como apunta el Banco de España. Analiza de cuáles puedes prescindir buscando alternativas más baratas o gratuitas. Quizá algún trayecto de los que haces en coche o en trasporte público puedas hacerlo caminando, o no es necesario que pagues intereses por comprar a plazos productos como tu Smartphone. Las pequeñas consumiciones en bares y hostelería en general son un clásico de los gastos hormiga. Pero desde hace un tiempo también los son las comisiones que pagas por sacar dinero en algunos cajeros automáticos de otra entidad distinta a la tuya y que podrías haberte ahorrado siendo más previsor. Otro clásico son las compras impulsivas en el supermercado (aperitivos, golosinas).
También la pandemia del coronavirus ha disparado otros gastos hormiga, como son las compras por Internet, los pedido de comida a domicilio o las suscripciones a plataformas digitales de televisión o de entretenimiento.
Cómo llevar el control
Más allá de las de tu propio banco, existen muchas aplicaciones para controlar desde tu Smartphone tu presupuesto y tus gastos mensuales. Estas aplicaciones te permiten incluir los gastos fijos de cada mes antes de que sean retirados de tu cuenta, para que así sepas el dinero total del que dispones para vivir cada mes, por ejemplo.
Pero como aquí estamos hablando de controlar los gastos al detalle, para saber por donde se nos escapa el dinero, también puedes recurrir al tradicional pero efectivo método de apuntar cada día todos los gastos de la jornada, hasta el último céntimo y cada vez que uses dinero para lo que sea. Para hacerlo, puedes usar, por ejemplo, el método tradicional Kakebo, que lleva más de 100 años utilizándose en Japón para apuntar los gastos en un libro donde, de manera manual, agrupas esos gastos en 4 categorías: supervivencia (lo indispensable más allá de los gastos fijos como la comida, la ropa y la higiene personal), ocio, cultura y otros (todo aquello que son gastos imprevistos del mes como puede ser un regalo de cumpleaños u otras cosas que no encajan en las otras categorías).
En definitiva, encontrar nuestros gastos hormiga requiere tesón y constancia, ya que pasarán semanas antes de que puedas localizar y analizarlos todos. Pero si consigues hacerlo, te sorprenderá el ahorro que puedes lograr siendo consciente de por donde se te escapa el dinero que te falta cuando llegas a final de mes.