Transferencias bancarias entre familiares: así debes declararlas para evitar que te multe Hacienda

Los movimientos de dinero es algo que está muy vigilado por parte de la Agencia Tributaria, que vela porque se cumpla la normativa en este ámbito, también en lo que se refiere a declaraciones de patrimonio y la aplicación de sanciones. Así, las transferencias de grandes cantidades de dinero están muy controladas por la administración, con el objetivo de evitar el fraude, el blanqueamiento o la evasión de impuestos, por ejemplo. 

Por ello, Hacienda se mantiene en contacto con las entidades bancarias, quienes son las encargadas de informar sobre cualquier movimiento de dinero sospechoso que sus clientes puedan realizar, tanto de pagos en metálico, bizum e incluso cualquier tipo de transferencias bancarias, también entre familiares. 

Dependerá siempre del límite establecido para cualquier tipo de transferencias que se realicen. Así, se debe declarar toda cantidad igual o superior a 10.000 euros, o su contravalor en cualquier divisa por persona y viaje, según indica la Agencia Tributaria en su página web. Este límite también es válido para movimientos de efectivo no acompañado, es decir, cuando se envía el dinero por el servicio de correo o de mensajería a un destinatario y, por tanto, no los lleve una persona física consigo. En caso contrario, y estar portados por una persona física, se consideraría un medio de pago acompañado. Por otra parte, cuando se realicen movimientos de medios de pagos nacionales, el límite será igual o superior a 100.000 euros, o su contravalor en moneda extranjera.

En el caso de los ingresos, la cantidad máxima es de 3.000 euros, mientras que la de los préstamos es de 6.000 euros. Y cuando se trata de dinero en efectivo, se notificarán aquellos pagos o cobros que superen los 3.000 euros o los que se paguen en billetes de 500 euros. 

Si superamos estos límites, será necesario presentar un formulario a la Agencia Tributaria, bien en alguna de sus oficinas o por internet, y rellenar el modelo S1, siempre y cuando los movimientos de medios de pago (papel moneda y la moneda metálica; efectos negociables o medios de pago al portador; tarjetas prepago no nominativas; o monedas con un contenido de oro del 90% como mínimo y el oro sin acuñar) estén acompañados, adjuntando la documentación de la persona que ha realizado la transferencia y de quien la recibe, así como el motivo del envío de dinero. Si no están acompañados se deberá presentar el modelo S2. 

La declaración se debe presentar siempre antes de la realización del movimiento de los medios de pago, y lo debe hacer el portador, o el remitente o el destinatario de los mismos, respectivamente. Los tipos de declaración en papel se encuentran disponibles en las oficinas de los órganos con competencias en materia de Aduanas e Impuestos Especiales de la AEAT y en las Delegaciones de Economía y Hacienda, así como en la página web de la Agencia Tributaria y las del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias y del Tesoro Público, según indican. 

"La cumplimentación del modelo de declaración no equivale a su presentación", señalan, por lo que debe ser exhibida "sin previo requerimiento" y cuando sea requerido. 

No realizar la declaración de los medios de pago se considera una infracción grave, que tienen una sanción mínima de 600 euros, mientras que el importe máximo podrá ascender hasta el 50% del valor de los medios de pago empleados, incluida una amonestación pública o privada. No presentarla o hacerla de forma incorrecta, supondrá que estos medios de pago puedan ser intervenidos provisionalmente. 

Sin embargo, aunque las entidades bancarias están obligadas a informar de los movimientos de dinero que superen estos límites, las transferencias bancarias no son objeto de declaración, aunque su cantidad supere los 10.000 € o su contravalor en otras divisas, aclaran desde la Agencia Tributaria. 

Cómo tributan las transferencias entre familiares

Las transferencias entre familiares están sujetas al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, es decir, que será necesario pagar el porcentaje que corresponda en función del dinero donado y la Comunidad Autónoma en la que se haya realizado esa donación. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el impuesto no deberá pagarse hasta ciertas cantidades, pero siempre que la donación supere los 6000 euros, habrá que informar a Hacienda. 

Si, en cambio, se justifica el cobro como un préstamo, la cantidad estará sujeta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (IPT), por lo que será necesario presentar las autoliquidaciones correspondientes al modelo 600 en no más de 30 días.