España ha sido siempre un país de propietarios. Frente a otros países de nuestro entorno, con una mayor cultura del alquiler y emancipaciones del hogar familiar mucho más tempranas, los españoles preferían la casa propia. Una realidad que está cambiando.
En 2020, la tasa de propietarios de vivienda en España se sitúo en el 73,9%, casi diez puntos menos respecto a 2007 (entonces estaba en el 82,7%), en plena burbuja inmobiliaria, y antes de la crisis financiera de 2008 que derivó en el pinchazo de dicha burbuja. Desde ese pico, la tasa de propietarios en España se ha ido reduciendo poco a poco, hasta ahora.
Ahora bien, son los jóvenes quienes están cambiando este patrón, porque los sénior siguen contando con su casa en propiedad. El porcentaje de casa propia es mayor cuanta más edad tiene el cabeza de familia. Es más, los mayores de 74 años representan el único grupo de edad en el que ha crecido la tasa de propietarios. Es una de las principales conclusiones de la Encuesta Financiera de las Familias que el Banco de España acaba de publicar, con datos relativos a 2020. Este informe, que se elabora cada tres años, supone la estadística más exhaustiva sobre el patrimonio de los hogares españoles.
En 2020 un 83,4% de los mayores de 74 años eran propietarios de una casa, frente al 82,4% de 2017. Se acercan así a los datos de 2008, cuando el 87,8% poseían una vivienda en propiedad.
“Entre finales de 2017 y finales de 2020, el porcentaje de hogares que era propietario de su vivienda principal continuó descendiendo de forma apreciable, desde el 75,9% al 73,9%”, asegura el informe del Banco de España. En general, se observan caídas generalizadas en este porcentaje en casi todos los grupos, que son especialmente acusadas para los más jóvenes, tanto los menores de 35 años, como los comprendidos entre 35 y 44 años.
Los sénior de entre 65 y 74 años son propietarios de vivienda en un porcentaje muy parecido al grupo de edad que les sigue. El 83,2 cuenta con casa propia. Sin embargo, a diferencia de los mayores de 75 años, este porcentaje ha caído en poco más de un punto porcentual respecto a los datos de 2017. Si nos fijamos en los que su edad está comprendida entre los 55 y los 64 años, un 81,7% son propietarios, dos puntos porcentuales menos que en 2017.
“Para los hogares que son propietarios de su vivienda principal, el valor mediano de ésta es de 130.000 euros”, recoge la Encuesta del Banco de España. Este valor crece a medida que aumenta la renta y es más elevado para los hogares con cabeza de familia de entre 65 y 74 años. El valor mediano de su vivienda asciende a 143.200 euros. En general, y para todos los grupos de edad, el valor de las viviendas refleja enormes caídas desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria.
Los sénior en España, no solo poseen vivienda en propiedad mayoritariamente, sino que son quienes poseen segundas residencias.
El 45,3% de los hogares era propietario de activos inmobiliarios distintos a su vivienda principal. Más concretamente, un 32,6% posee una vivienda que no es su vivienda principal, seguida, por orden de importancia, de un 12,6% que posee solares y fincas. Estas proporciones aumentan con la renta, pero, sobre todo, con la edad. El mayor porcentaje de hogares en posesión de otras propiedades inmobiliarias se observa entre los hogares cuyo cabeza de familia tiene entre 65 y 74 años. Respecto al final de 2017, el porcentaje de hogares que era propietario de una segunda vivienda creció hasta finales de 2020 solo para los mayores de 75 años.
Así las cosas, un 60,15% de los ciudadanos entre 65 y 74 años cuentan otras propiedades inmobiliarias además de su vivienda principal; un 53,21% los mayores de 75 años tienen segunda residencia y un 51,89% de quienes tienen entre 55 y 64 años poseen otra casa.
Quizá los mayores de 75 años tengan menos propiedades que el grupo de edad siguiente, pero éstas son de más valor. De acuerdo a los datos del Banco de España, el valor medio de la segunda residencia para los mayores de 75 años está en 121.200 euros, y el de los comprendidos entre 65 y 74 años en 107.380 euros.
Estos datos demuestran que el valor de las segundas residencias de los senior superan con mucho (de hecho, doblan con creces) el valor de la primera vivienda de los pocos jóvenes que poseen casa en propiedad.
“El ritmo de creación de hogares experimentó un repunte en el período 2017-2020 en comparación con el período 2014-2017”. Según la información de la Encuesta de Población Activa (EPA), el número de hogares se incrementó entre finales de 2017 y finales de 2020 en un 1,55%, aunque aún lejos del aumento del 4,6% que se registraba entre 2008 y 2011.
La dificultad para acceder a la vivienda por parte de los jóvenes, tiene que mucho que ver en esta ralentización. De hecho, de acuerdo a los datos del Banco de España, “una parte sustancial de estos nuevos hogares se corresponde con hogares unipersonales” y, por grupos de edad, “aumentaron los hogares unipersonales formados por personas de entre 45 y 64 años”. Los mayores de 65 años se mantuvieron estables en torno al 44%.
