María Liébana
Educación financiera
Finiquito e indemnización: ¿son lo mismo?
La indemnización supone una compensación económica tras un despedido de manera improcedente
El finiquito es un documento que refleja las cuentas que tiene pendiente la empresa contigo en el trabajador en que se rompe la relación profesional. Esta liquidación es obligatoria, tanto si se trata de un despido como si el trabajador se va por voluntad propia. Por lo general, con este papel se da por concluida la relación con la empresa, aunque no siempre. El finiquito también se presenta en casos de excedencia, por si el trabajador no se reincorporara.
En este documento se debe hacer constar la cantidad dineraria que el trabajador recibirá una vez abandone la empresa. Esta cantidad generalmente corresponde a la parte de las vacaciones no disfrutadas, la parte proporcional de las pagas extraordinarias, así como los días que has trabajado del mes, entre otros conceptos. Y, a veces, a veces puede salir negativo, es decir, a pagar.
Qué información contiene
El documento del finiquito debe contener las identificaciones tanto de la empresa como del trabajador, las cantidades que se deben abonar y la fecha en la que se firma por parte del trabajador. En importante destacar que solo se debe firmar el finiquito si el trabajador está verdaderamente de acuerdo con su contenido y con la cuantía estipulada, ya que su firma implica que ya no quedan cuentas pendientes con la empresa.
En caso contrario, cabe la posibilidad de indicar un “no conforme” en el lugar de la firma. De este modo el trabajado confirma haber recibido el finiquito, pero expresa su desconformidad con la cantidad ofertada. En este caso, se puede reclamar la cantidad que considere, entregando una papeleta de conciliación ante el SMAC. Si en el acto de conciliación hay acuerdo entre ambas partes, no será necesario llegar a juicio y la empresa abonará la cantidad acordada al trabajador.
El finiquito no es una indemnización
Es bastante común pensar que finiquito e indemnización son los mismo. Esto se debe a que las empresas acostumbran a notificar ambos en un mismo documento. Pero son cosas totalmente diferentes. Mientras el finiquito representa lo que a la empresa le queda por pagar del año cuando se termina la relación laboral con el trabajador, la indemnización supone una compensación económica tras un despedido de manera improcedente. Es decir, todos los trabajadores que dejan una empresa siempre recibirán un finiquito, pero solo algunos (en caso de despido) recibirán una indemnización.
Cómo se calcula el finiquito
En este documento, la empresa deberá incluir las remuneraciones devengadas por el trabajador y que todavía no ha percibido. Y si corresponde, una indemnización. Hay que tener en cuenta es que las cantidades se reflejan en bruto y, sobre esto, que se aplicarán las correspondientes retenciones. Como norma general, las remuneraciones que incluye el finiquito son:
- Salario de los días del mes trabajados.
- Horas extra que aún no se hayan abonado.
- Vacaciones no disfrutadas. La empresa solo tiene obligación de pagártelos, sino de cotizar por esos días.
- Pagas extra. El cálculo de este concepto depende de si están prorrateadas o no.
- Otros pluses. Y este apartado es el más controvertido, ya que algunos en algunas empresas se establecen una vez se termine la relación laboral los puede reclamar. Este es uno de los motivos por lo que el finiquito podría salirte negativo.