Verónica Mollejo
Educación financiera
¿Qué es un contrato de fideicomiso y cuáles son sus ventajas?
En términos generales, la figura del fideicomiso se encarga de parte del control de la herencia
Cuando una persona hace testamento, lo normal es que las condiciones y los deseos que en él se han plasmado se cumplan a rajatabla cuando el testador ha fallecido. Sin embargo, en algunas ocasiones, estas pautas son pasadas por alto por los herederos, que terminan distribuyendo los bienes del difunto según su propio dictamen, provocando también disputas familiares muy complicadas de resolver.
Es aquí cuando entra en acción el fideicomiso, "un contrato a través del cual una persona, llamada fiduciante, transfiere bienes propios a otra persona, el fiduciario, que puede ser física o jurídica, para que esta los administre en beneficio propio o bien de una tercera persona llamada beneficiario. Dichos bienes pueden ser sumas de dinero como también derechos. Se entregan bajo el contrato de fideicomiso a una entidad fiduciaria para que los administre y ejecute un fin legítimo", tal y como explica el estudio jurídico Velozo & Asoc en su portal oficial.
De esta manera, el propietario de dichos bienes se asegura que estos caen en buenas manos durante un tiempo concreto y que son invertidos según su disposición. Sin embargo, existen varios tipos de contrato de fideicomiso según las funciones y los bienes o derechos que debe manejar el fiduciario.
¿Qué tipo de fideicomiso te conviene más?
- Financiero. Como su propio nombre indica, este tipo de contrato otorga al fiduciario recursos o valores que deberá utilizar en operaciones económicas, que tendrán como objetivo adquirir un beneficio monetario. Este movimiento también suele estar autorizado por la Comisión Nacional de Valores.
- De garantía. En este caso, el fiduciario recibe los bienes o derechos pertenecientes al testador para garantizar el cumplimiento de una obligación principal.
- De administración. Si este es el contrato seleccionado, la función de dicho documento es transmitir al fiduciario determinados bienes y derechos para que este los custodie, administre o transmita a su favor o al de un tercero tras un tiempo delimitado por el fiduciante.
Aunque esta es la clasificación habitual, existen infinidad de tipos de contrato que deberás consultar con tu asesor legal para escoger el que mejor se adapte a tus deseos y necesidades. Por ejemplo, el fideicomiso también puede ser condicional o a plazo. En el primero, el testador impone una condición que, en el caso de cumplirse, activa la obligación de transmisión del fiduciario al beneficiario. En cambio, el contrato a plazo tiene como requisito esencial el transcurso de un lapso de tiempo determinado.
¿Cuáles son las ventajas de un contrato de fideicomiso?
Como hemos visto anteriormente, la principal ventaja de establecer un contrato de fideicomiso es asegurar, dentro de un marco jurídico, que los bienes que dejas en tu testamento serán empleados en el futuro para un fin determinado y que sus beneficios económicos serán recibidos por los beneficiarios que también has dejado señalados en este documento. A no ser que el testador quiera que así sea, la persona o sociedad encargada de administrarlo o invertirlo no podrá obtener ningún provecho de ello.
Asimismo, "los bienes quedan resguardados de los acreedores del fiduciante, de los del fiduciario y de los beneficiarios finales. Los bienes transferidos a título fiduciario quedan atados a la finalidad que determinó el fiduciario en el contrato", asegura el estudio jurídico Velozo & Asoc. Por lo tanto, los bienes administrados son, desde ese momento, inembargables. Sin olvidar que de esta forma también podrás evitar que el patrimonio hereditario acabe fuera de la línea familiar.
Algo que muchas personas no saben es que dichos beneficios son tributarios, es decir, constituyen incentivos que son otorgados por el Estado como una herramienta que fomenta el desarrollo del país y el aumento de la calidad de vida de la población.
Finalmente, según el tipo de fideicomiso y las cláusulas pactadas, la contabilidad y las auditorías de este contrato serán independientes y podrá emplearse para la ejecución de fines ilimitados. Eso sí, siempre que estos sean totalmente lícitos.
Cómo crear un contrato de fideicomiso
En primer lugar, el fiduciante debe determinar cuál es la finalidad del testamento, para después seleccionar los beneficiaros de esos bienes y derechos que también incluirá el documento. A continuación, es preciso elegir una institución financiera para que se encargue de todo el proceso administrativo, no sin antes pactar las condiciones del contrato.
En este momento, debes ser consciente de que el fiduciario cobrará una remuneración por hacerse cargo de la gestión durante el periodo de tiempo que hayas definido. Por eso, es importante que realices una previsión de fondos, de esta manera dicho profesional obtendrá el pago periódicamente y podrá cumplir con su servicio, incluso cuando tú ya no estés.
Finalmente, solo tendrás que solicitar el contrato a la institución financiera que hayas escogido, presentar a sus profesionales las condiciones del mismo, que deberán ser discutidas y sopesadas para tu beneficio, y firmar el documento ante un notario o fedatario público.